Más pensamientos sobre lo que significa para mi Aikido

El secreto de la felicidad no esta en hacer siempre lo que se quiere sino en querer siempre lo que se hace
Leon Tolstoi
  
Sé el mejor en todo lo que seas

Si no puedes ser el pino de la cumbre
sé el matorral en el valle, el más hermoso
de los pequeños arbustos que están junto al arroyo;
sé el arbusto, si no puedes ser el árbol.

Si no puedes ser el arbusto, sé la hierba 
que hace feliz algún camino;
si no puedes ser un lucio, sé la perca
pero la perca más animada de todo el lago.

No podemos ser todos capitanes, tenemos que ser la tripulación
Hay algo para todos los que estamos aquí,
hay trabajos grandes y más pequeños que hacer,
Y la tarea que debes hacer es la más próxima.

Si no puedes ser la carretera, sé sólo un sendero,
si no puedes ser el sol, sé una estrella,
No es por tamaño que ganas o pierdes
Sé el mejor en cualquier cosa que seas. 

Douglas Malloch
Traducción Carina

sé el mejor arbusto de Carina

Para mi el Aikido es muy importante, pero no por ser Aikido, un arte marcial, sino por todo lo que implica. En mi caso nuestro maestro es uno de los culpables de que vaya a todas las clases y cursos, él es el responsable de que todas las clases sean especiales, tiene un raro don y es una gran suerte para nosotros de que sea él el que nos de las clases. Muchas veces nos riñe, nos corrige y nos da un merecido sermón, nos dice que somos los pilares del dojo, que no debemos apresurarnos con las técnicas, respirar y no cansar a uke enseguida, debemos dar ejemplo entrenando relajadamente, demostrando marcialidad a pesar de que entrenamos con un compañero con el que tenemos confianza, no entablar conversaciones mientras hacemos la técnica, ya que los nuevos aprenden de nuestro ejemplo, ellos, sin embargo, según él hacen todo muy bien de acuerdo a su nivel.

Otros de los culpables de que el aikido sea tan importante para mi, son mis compañeros, diferentes todos y cada uno y se nota su ausencia cuando no pueden venir por alguna razón y los echamos de menos.

Otra razón por la que no me quiero perder ninguna clase es que me mantiene en buena forma física, es cierto que camino todos los días por la misma razón. Pero los músculos que trabajamos en Aikido son diferentes, sobre todo cuando una de las compañeras da el calentamiento, parece un entrenamiento militar con abdominales y todo, jajaja. Ahora en serio los ukemis, caer y levantarse y muchos otros ejercicios que nos obligan a utilizar zonas del cuerpo que no hacemos trabajar caminando.

El trabajo mental que desarrollamos es especialmente importante, el maestro nos da muchisimos ejercicios para mantener una postura fuerte, plantarse en el suelo, enfrentar al compañero, gritar para asustar y de esta manera aprendemos a permancer calmados cuando nos gritan,»jugamos» a llevar al compañero al suelo, a utilizar toda clase de defensa como pellizcones, el peso de nuestro cuerpo, esto influye en nuestra mente, aqui se nota bien claro como mente y cuerpo trabajan en conjunto. Yo he notado una mejoría en mi autoestima, en valorar lo que hago y en ser feliz  conmigo misma, a la vez que mi cuerpo se ha echo más fuerte mi mente también.

«No podemos ser todos capitanes, tenemos que ser la tripulación», dice el verso de arriba, no todos podemos ser maestros, ni altos grados, eso no es a lo que aspiro, voy a entrenar a ser mejor persona, valorandome y de esta forma poder ayudar a los que están a mi alrededor. Me examino del próximo grado por mi sensei y compañeros, pero es algo sin importancia, he aprendido que no es la meta, sino el camino: el entrenamiento diario con sus postres: los cursos, lo más importante. Certificados, grados y danes no valen nada sin respaldo de lo otro: lo que hacemos en el tatami día a día, el sudor que dejamos, los kimonos que rompemos, las caidas, los moretones y las risas…

Carina

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