Kurt y yo seguíamos llendo a todas las peliculas que ponían y a veces nos tomábamos una cerveza en un bar, y si había una ración de ensalada de papas. Las oportunidades para divertirnos eran muy pocas. En algún momento a principios de 1946, se abrió una escuela de baile, donde me apunté de inmediato. El Profesor de danza Lingen tocaba el piano y contaba los trazos de cada baile mientras estábamos aprendiendo. Después del curso para principiantes hice inmediatamente el curso para avanzados, y luego dos más. Cada curso tuvo una duración de 6 meses, asique bailé un total de dos años dos veces a la semana durante dos horas, yo estaba enganchado y emocionado.
Al principio me gustaron especialmente dos chicas, una rubia y otra morena...
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