Los árboles de mi vida

El viernes 15 de junio recibí el siguiente e-mail:

Hola Carina,

El pasado martes se celebró el 39eno aniversario del Día Mundial del Medio Ambiente, día establecido por la Asamblea General de Naciones Unidas, y el próximo día 28 de junio se celebrará el 43ero aniversario del Día Mundial del Árbol, que fue instaurado por el congreso Forestal Mundial en Roma. Por estos motivos quería volverte a invitarte a participar en proTierra, nuestra iniciativa para cuidar el medio ambiente. Nuestro objetivo es neutralizar las emisiones de dióxido de carbono de la blogosfera. ¿Cómo lo hacemos? Junto con la colaboración de la Fundación Apadrina un Árbol plantamos un árbol para cada blog que lleve el logotipo «Mi blog es CO2 neutral». Actualmente ya somos más de 500 blogs participando en este proyecto.

Para saber como puedes unirte a ella con tu blog «Entrenando Aikido», infórmate ahora en http://www.ofertia.com/protierra/co2-neutral.

¡Anímate y únete a proTierra!

Los árboles de mi vida

Si piensas con un año de adelanto, siembra una semilla.
Si piensas con 10 años de adelanto, planta un árbol.

Poeta chino, 500 a.C

Sí, buen árbol; ya he visto como truecas
el fango en flor, y sé lo que me dices;
ya sé que con tus propias hojas secas
se han nutrido de nuevo tus raíces.

La gracia de tu rama verdecida de Antonio Machado

Árbol diez veces productor:
el de la poma sonrosada,
el del madero constructor,
el de la brisa perfumada,
el del follaje amparador;

Himno al árbol de Gabriela Mistral

los flamboyan alegran el paisaje de Carina

Me encantan los árboles, algunos nos regalan el frescor de su sombra durante el verano y se quedan sin hojas en el invierno para que el sol pueda calentarnos cuando hace frio.

Siempre hubo un árbol en mi vida, de pequeña un hermoso magnolio daba a la ventana del salón y de mi habitación y nos alegraba la vista con sus flores color vino.

Siendo adolescente paseaba en bicicleta respirando el olor mentolado de los eucaliptos que conservan su verdor durante todo el año. También teniamos en el jardin una araucaria que desde su altura vigilaba la zona.

Cuando me mudé de continente compré otra araucaria como árbol de navidad, la cual plantamos pasadas las fiestas en el patio de nuestra casa y después de más de 20 años ella se asoma por encima de nuestra urbanización, diciendonos adiós con sus ramas más altas cuando nos vamos y hola cuando volvemos.

Un año compramos un pino como arbolito de Navidad y cuando pasaron las fiestas fuimos toda la familia al centro de la isla a plantarlo arriba en la montaña, el destacaba, no era canario como los demás, buscamos en internet y descubrimos que venía del Pirineo. A los seis meses volvimos a visitarlo, pero lamentablemente se había secado, claro no había llovido lo suficiente.

 Serissa phoetida  de Carina

En invierno cuando los almendros están en flor algunos pueblos  celebran este despliegue de belleza de la naturaleza con talleres culturales, certámenes de poesía, mercados agricolas y actuaciones musicales de grupos folclóricos. En este caso los arbolitos dan motivos para adornar los pueblos que se visten de fiesta y alegría a la gente de la zona y los turistas que se acercan.

Durante mis paseos hacia la playa veo muchos árboles, algunos llenos de pájaros alborotados, las higueras con su dulce perfume al lado de granados y papayeros, las palmeras con sus dátiles en lo alto, los árboles de orquídeas, los árboles de coral, los tuliperos de Gabón y los flamboyan que alegran el paisaje con sus llamativas y abundantes flores color naranja fuego.

Hace poco que tengo un amiguito nuevo, un bonsai, un Serissa phoetida o árbol de las mil estrellas, que me regala una florecita blanca cada día.

Carina

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