Hay caminos…

Hay caminos y vías de paso que conducen a alguna parte, en cualquier lugar, y a ninguna parte. Es menos importante que haya un destino definitivo, que ser claro y firme al haber decidido uno. En este último caso, el destino final entonces no significa nada en absoluto ..

Francis Y Takahashi

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Nunca sabremos con antelación cual será nuestro camino en nuestro viaje por la vida. A veces varias pequeñas cosas, que juntas crean un motivo grande, nos incitan a reflexionar y a cambiar de rumbo.

A final de mayo hice un alto en mi entrenamiento de Aikido, saludable porque gracias a él mi rodilla se recuperó. En julio comencé Tai chi, me gustó, pero en ninguna clase llegamos a sudar, asique no lo descarto, pero sería para más adelante, cuando ya me cueste más caer y levantarme.

En estos cuatro meses eché muchisimo de menos el entrenamiento, tanto que cuando iba a caminar al parque llevaba la toalla y me ponía a hacer ukemis sobre el césped. El maestro y compañeros del dojo adonde había entrenado hasta ahora eran y siguen siendo como una segunda familia, pero con mi coche que ya tiene 22 años, tal como lo tengo y estando pendiente de ir con otros compañeros a veces estaba hasta cuatro horas fuera de mi casa. Ya que no podía seguir entrenando en aquel dojo, hablé con un amigo, quien habló con el maestro del dojo donde comencé mi entrenamiento de aikido y gracias a él me volvieron a abrir las puertas en ese dojo, que queda a unos pocos metros de mi casa.

Hacía siete años que no había estado allí, está renovado y muy bonito, pintado y con unos vestuarios muy cómodos y bien hechos. En mi primera clase, me volví a encontrar con el maestro que me inició en el Aikido y algunos de los compañeros que tuvieron la paciencia de corregirme una y otra vez mis torpezas de principiante hace ya casi once años.

Porsupuesto que no puedo, ni quiero comparar, cada uno de nosotros es diferente, entrena de diferente forma y hasta ve las cosas de una forma diferente. Aquí se trata de que busquemos el camino para ir desarrollando poco a poco nuestro propio Aikido con la ayuda del Sensei y de los compañeros que comenzaron antes que nosotros. Se trata de seguir aprendiendo de cada uno y de todos.

Disfruté mucho de mi primera clase y supongo que la sensación seguirá creciendo a medida que me vaya adaptando, sudé mucho y mi cuerpo me agradeció el haber vuelto a entrenar de esta forma cayendo y levantándome. Y lo más importante, el maestro y aquellos compañeros con los cuales inicié mi camino en el Aikido me siguen enseñando y yo aprendo aún más de sus enseñanzas. Porqué aprendo más ?, porque después de tantos años de entrenamiento ya se van detectando muchos más detalles y en una de las técnicas mostradas, nueva para mi, el compañero con el que la hice me la mostró de una forma y al final de la clase haciendo jiyu waza(técnica libre) con otro compañero, la quise repetir y éste me la mostró de otra forma, aunque todos miramos cuando el maestro la demostró, cada uno la vió de diferente forma, pero todas son válidas si funcionan.

No tengo ningún objetivo como examinarme o parecido, simplemente estoy muy agradecida de poder seguir entrenando éste maravilloso arte marcial, el aikido, en el que nunca se termina de aprender.

Carina

Please read this article in english in Aikido Academy USA

Bitte lese diesen Artikel in Wir trainieren Aikido auf Deutsch

Share