Cómo un pequeño detalle te cambia la vida

La vida es tan incierta, que la felicidad debe aprovecharse en el momento en que se presenta.
Alexandre Dumas (padre)

Un paso en falso se hace deplorar toda la vida.
Proverbio chino

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Cierto día bajando las escaleras de un parking, casi había llegado abajo, pero antes de llegar su zapato se enganchó en el penúltimo escalón y perdió el equilibrio y para no caer buscó apoyo en la pared con brazo y hombro derecho, recibió un golpe fuerte y sintió un dolor insoportable. A pesar de todo estaba dispuesto a coger el coche para volver a casa, quien sabe que hubiera pasado de no estar su hija y testigos casuales que lo persuadieron de ir a urgencias. Alli lo retuvieron directamente para operarlo del hombro al día siguiente.

Según el médico fue una operación dificil que duró dos horas. Le administraron un calmante por vía intravenosa, sino el dolor hubiera sido insoportable. El primer día no se pudo levantar de la cama, que cambio más grande.., de poder moverse independientemente a su antojo, a estar postrado en una cama dependiendo de otras personas para sus necesidades más simples. Todo por dejar de prestar la suficiente atención en un momento dado.

A los tres días le dieron el alta, la herida se estaba sanando adecuadamente, aunque todo el brazo estaba de color azul, violáceo. Y le mandaron hacer unos movimientos circulares con el brazo desde el segundo día para que su hombro vuelva poco a poco a adquirir cierta movilidad, aunque el dolor al hacer los ejercicios era muy fuerte. Ya no podía verstirse sólo, ni ducharse sólo y por la noche al tener que estar boca arriba, coger el sueño era muy dificil, porsupuesto de conducir ni hablar.

Por suerte el tiempo todo lo cura y asi cada dos días fue a hacerse la cura de la herida con el brazo siempre en cabestrillo y a las dos semanas tuvo que volver al hospital para quitarse las grapas. En estas dos semanas se notó cada día una mejoría insignificante, pero mejoría al fin, pequeños detalles que paso a paso podía hacer por si mismo, como afeitarse con la mano izquierda, ponerse el pantalón, aunque todavía necesitaba ayuda para cerrárselo, hacerse una infusión o algo simple para comer, resumiendo, ya no estaba completamente inútil.

Cuando vivimos la rutina del día a día no nos damos cuenta, de lo bien que estamos en el momento, de la suerte que tenemos de movernos libremente, de poder ver la naturaleza, de poder oler una flor, de poder tocarla, de poder saborear el chocolate, de poder oir una canción especial, de poder hacer lo que queremos en el momento cuando lo queremos hacer, no nos acordamos de estar agradecidos por las bondades de la vida. Pero cuando nos falta un brazo simplemente, no hace falta nada peor, si… nos damos cuenta de lo bien que estábamos.

Por eso piensa cada mañana cuando te levantes de la suerte que tienes por estar como estás, dejáte sorprender por lo que te deparará este nuevo día, acepta lo que sea con calma, procura no pisar en falso y disfrutar de cada momento al máximo y estar agradecidos por lo que tienes.

Carina

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