Cargar el móvil enchufándolo a una rosa: la batería-flor. Esta escena entre poética y de ciencia-ficción podría ser realidad gracias a un equipo de científicos de la Universidad de Linköping (Suecia). El profesor Roger Gabrielsson ha desarrollado un polímero (una molécula grande) que se integra en los fluidos de la propia flor. Automáticamente, ésta se convierte en una suerte de circuitería viva, del tallo a los pétalos. Y lo más interesante: es capaz de almacenar energía y distribuirla sin pérdidas, es una rosa batería, aunque funciona de otra manera.
No es la primera vez que se usan plantas para producir y distribuir electricidad. Hay proyectos europeos que se basan en la fotosíntesis o en la interacción con bacterías...
Leer más
Comentarios recientes