20 Final de la guerra

El 8 de marzo de 1945, subí al tren en Winterberg con destino a Bochum. Los primeros kilómetros de distancia que se hicieron con normalidad, pero de repente se detuvo el tren. Pronto,vimos y oimos el motivo: Nuestro tren fue atacado por los cazas enemigos. Salimos rápidamente del tren y en el terraplén nos pegamos al suelo. Vinieron de ambos lados un par de veces y dispararon hasta que sus armas estaban vacías. Después de 20 minutos, la pesadilla había terminado y el tren comenzó a moverse de nuevo. En esa época, había tanto en los trenes, los coches y camiones un puesto de observación, que estaba explorando constantemente el cielo por aviones, y dando la voz de alarma. Hasta Arnheim tuvimos que ponernos 2 veces en cobertura, y allí nuestro viaje había terminado. Poco antes de Arnheim el puente sobre la cuenca del Ruhr había sido destruido, al parecer, por nuestros «amigos» que nos habían atacado. Ahora seguimos a pie hacia Dortmund. Durante horas andamos por caminos de tierra y campos, escuchando constantemente disparos.

Durante nuestra estancia en el bosque de Winterberg, los aliados habían cruzado el Rin, ocupado Colonia y querían controlar también la cuenca del Ruhr. Durante nuestro viaje a casa – mientras tanto estaba oscuro – siempre brillaba en el oeste, como cuando comienza una tormenta eléctrica. El 9 de marzo de madrugada, llegamos a Dortmund y subimos a un tren hacía Bochum. Habían pasado un total de 26 horas desde Winterberg, el resto del viaje duró sólo 3 horas.

El ambiente en el hogar estaba cortante, no sólo en casa, la gente estaba desmoralizada. Todo el mundo deseaba que aquello terminara. Volví a mi trabajo. Los combatientes enemigos dominaban el cielo, no había ningún lugar seguro. Pronto mi padre me envió de nuevo a escavar el jardín. Este estaba en la Kohlenstrasse a 300 metros de la Alleenstrasse. Allí se había construido hace unos años un búnker. Yo estaba tan entretenido trabajando la tierra cuando me asusté porque de repente vi a mi derecha un rayo viniendo hacia mí, a unos 50 metros de altura y 500 metros de ancho. El hijo de perra me estaba disparando con su cañon de a bordo , oí silbar las balas. Esto pasaba naturalmente todo más rápido de lo que lo puedo relatar. Sin embargo, después vi que no había sido su objetivo, sino un montón de gente en la entrada del búnker fueron, se reportaron 17 muertes .


El 20 de Marzo se cerró el anillo alrededor de la cuenca del Ruhr, estábamos rodeados. A los pocos días recibí por correo el aviso de presentación de la Armada. Debía presentarme el 28 de Marzo 1945 en Leer. Agradezco a Dios y a los aliados que ya no podía salir de Bochum. Como hemos escuchado más tarde, la industria de la defensa tenía submarinos tripulados por un sólo hombre, que prácticamente consistían sólo de torpedo y la cabina de una persona, una especie de «kamikaze».Me habían elegido a mí para enviarme en un torpedo contra buques de guerra enemigos.

Me había escapado ya de un peligro, pero me esperaba uno mayor todavía. Después de que el cerco del Ruhr estaba cerrado, pasaban coches con alto parlantes por las calles que exigían a todos los a todos los hombres a reportarse de inmediato al «Volkssturm». Reclutaban a todos los habitantes varones de 14 a 65 años. Te daban una pistola y una cinta para el brazo, la segunda para indicar que pertenecían al ejército regular y no eran partidistas. Esto si que era lo último ya, sacrificar niños pequeños y abuelos para prolongar unos días más la vida de de los peces gordos en Berlín.

Ahora había que ocultarse para sobrevivir, porque si me agarraban sería fusilado por desertor. El que más tarde sería el primer ministro de Suabia Filbinger ha hecho fusilar soldados de la infantería de marina como juez naval, incluso después del alto el fuego. Así que ya no iba a trabajar y no me dejaba ver en ningun lugar, ni siquiera en nuestros refugios subterráneos, ya que por todas partes había informantes . El 9 de abril, a las 18 hrs de la tarde llegó el primer avance de las tropas americanas por la calle Hattinger hacia Weitmar. Aquí todavía se había reunido un pequeño grupo de soldados alemanes para resistir. Como hemos escuchado más tarde, allí no había más que un teniente que quería retrasar el final de la guerra, él resto había conseguido ropa de civil y huyó. El teniente tenía algunas granadas propulsadas por cohetes y una ametralladora y disparó al avance americano. Este luego se retiró, y pidió fuego de artillería y volvió el 10 de abril por la mañana a las 10 . El teniente estaba muerto, y la resistencia aplastada. Para nosotros la guerra había terminado. La resistencia de este 100% nazi tuvo por supuesto como consecuencia que varias casas más fueran destruidas y murieran muchas personas.

Las unidades de primer avance estadounidense consistió en tres vehículos blindados, seguido por un par de jeeps llenos en su mayoría de negros. Al mediodía habían ocupado Weitmar y Linden, de resistencia ya no se veía más nada. En primer lugar se apoderaron de varias casas, (la tía de Elise no estaba entre ellos), por supuesto, la mayores y más hermosas. La casa que lindaba con nuestro patio se convirtió en la sede momentaneamente. En primer lugar, algunos soldados cavaron un pozo en el jardín, como se vió luego para la basura. Se me salía los ojos cuando vi en los próximos días, todo lo que tiraban. No se nos permitió recoger nada, el general Eisenhower había prohibido a sus soldados estrictamente a hacer amistad con nosotros (no fraternity). Mientras nosotros cada día teníamos menos para comer, aterrizaban ollas enteras de masa para Pancake en la fosa de la basura.

Los soldados negros no fueron tan estrictos como los blancos, ya que en su país eran gente de segunda clase como nosotros ahora. Después de unos días el hechizo se rompió y nos daban alguna cosa, cuando no estaba mirando nadie. Mi hermana tenía 22 años, y muchos soldados se la comían con los ojos, pero permitido no estaba. Lo tenían todo, en parte cosas desconocidas, como Nescafé, plátanos, chocolate, leche en polvo, etc. Nuestra raciones de comida normal se habían reducido considerablemente, y para un par de panecillos teníamos que hacer cola toda la mañana. Por supuesto, todos volvimos a nuestro trabajo. El transporte se fue restableciendo poco a poco, la vida seguía adelante con el estómago hambriento.

El 8 de mayo la guerra había terminado.Hitler se había suicidado con Eva Braun e incinerado. Dr. Goebbels con la familia tomaron veneno. Muchos altos mandos nazis huyeron, a algunos los pillaron. Si fuera por Hitler, ningún puente, ninguna fábrica seguiría en pie en Alemania, todo debia ser destruido, porque el pueblo alemán según Hitler no era «digno de vivir». Que no haya llegado a ese extremo ha sido gracias en primer lugar al ministro de armamento Speer.

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