18 La guerra estaba perdida

Durante el año 1944, la mayoría de la gente se dió cuenta que la guerra estaba perdida. Si bien se habla de armas secretas, que también fueron empleadas a partir de mitad de año. Eran las bombas voladoras, cohetes explosivos con los que fueron atacados principalmente Londres y el sur de Inglaterra. Las plataformas de lanzamiento fueron construidas en la región de Sauerland, podíamos oir estos V-1 y más tarde los V-2 silbando sobre nuestras cabezas. Para la gente de Inglaterra se ponía peligroso cuando se paraba el silbato, porque venían abajo.

Mientras tanto, los aliados tenían dominado prácticamente el espacio aéreo alemán, por la noche todavía vanían las «fortalezas volantes» y de día los cazas bombarderos. Pronto empezaron a atacar a los lanzadores que se volvían a contruir, pero no tan rápido como eran destruidos. A principios del 44 aviones británicos destruyeron una gran presa del Ruhr y las masas de agua se llevaron todo lo se puso en su camino, casas, ganado y humanos. Kurt y yo fuimos a ver al día siguiente a verlas inundaciones en Hattingen, terrible.


El 20 de julio 1944 varios oficiales intentaron asesinar a Hitler.Claus Graf Schenk von Stauffenberg colocó una bolsa con explosivos en el cuartel general de Hitler. La explosión hirió a Hitler, pero no lo mató. Las represalias de Hitler fueron terribles, muchos de los co-conspiradores fueron colgados de ganchos de carnicero. Al Mariscal Rommel le dieron a elegir entre los tribunales con pena de muerte o el suicidio por envenenamiento con un posterior funeral de Estado . Él eligió el veneno.

En mi trabajo había pasado a través de varios departamentos, de costes, ventas y contabilidad. Un día me enviaron a Colonia, debía recoger algo en una empresa amiga. Una alarma me sorprendió en un lugar a unos 200 metros de la catedral. No tenía idea de dónde podría encontrar un refugio tan pronto cuando empezaron a caer las bombas. Me Apreté contra el césped con la cara hacia abajo y recé un «Padre Nuestro».Según el libro de mi vida (Kismet) mi hora aún no había llegado aún, había sobrevivido.

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