15 Segundo campamento

Yo había hecho una amistad en especial con Kurt, por lo que ahora pasabamos todo el tiempo libre juntos. Estaba en mi casa como un hermano y yo en la de él como un nieto. Abuela S. tenía una pequeña casa en el Wagnerplatz, no muy lejos de nosotros. El padre de Kurt había ido a Argentina a comienzos de los años 30, dejándo a su esposa y su hijo en Bochum con la abuela. Él había conocido en París a su amante y futura esposa, Hella S. y la había llevado a la Argentina.

Pero además la abuela de Kurt tenia otro nieto en la casa, un hijo de su hijo que ya había emigrado mucho antes a la Argentina, se había casado con una «Negrita» y tenían un hijo que se llamaba Heinz. Este Heinz fue enviado probablemente por sus padres a Alemania a casa de su abuela porque su padre era un «vago» , y no podría ofrecer un futuro a su hijo. Heinz había heredado el color de la piel de la madre, por lo que se le llamaba generalmente Negro en Bochum. No era un mal tipo durante su niñez, pero cuando sus ojos negros brillaban podia dar miedo.

Kurt era el nieto favorito (la abuela en Alemania tenia varios nietos)y heredó la pequeña casa . La abuela era una mujer pequeña enérgica que podia hacerse valer ante los dos niños traviesos. La madre de Kurt murió muy joven en 1937. Cuando comiamos en casa de la abuela, los chicos sólo podíamos hablar si se movía la toalla colgada en la pared, por supuesto, nunca. Cuando hablaba de la Argentina hablaba de su hijo y su yerno que vivian «Bünes Aires.

Como a Kurt y a mi nos gustó mucho en Peterstal, nos volvimos a apuntar al año siguiente para la Kinderlandverschickung. Pero, por desgracia, no estabamos juntos este año, mientras que Kurt fue enviado a Hungría, a mi me tocó la Jura de Suabia en Onstmettingen.

Esta vez no fuimos tantos niños, era todo más familiar. Estábamos en el hotel «Zur Sonne» situado en el centro del pueblo. Era un hotel de pueblo pequeño con pocas habitaciones y los dueños cocinaban para nosotros. La comida era excelente, cocina cacera de Suabia, en cada olla aparte de las papas le agregaban fideos. Lo más destacado fue una papilla de sémola y leche con zumo de frambuesa.

También aqui ayudamos a los agricultores en sus actividades, habiamos sido instruidos para buscar los escarabajo de la papa, y también hayucos. El escarabajo de la papa se había convertido en una molestia y causaba mucho daño. Sin embargo, no encontré ninguno. Con los hayucos era diferente, por cada kilo de hayucos nos daban 250 cupones de grasa, con el tiempo llegué a juntar 25 kilogramos de hayucos, por lo que recibí 61 / 4 kg de cupones de grasa. Cuando volví con ellos a casa toda la familia estaba feliz.

Frente al hotel, habia un campo de prisioneros rusos. Estos pobres soldados eran realmente de lamentar, mientras que los soldados ingleses estaban alojados en el este de Alemania o sea lejos de los bombardeos y no tenían que trabajar, los soviéticos eran tratados como «subhumanos». Ellos salían del campamento por la mañana y los llevaban a distintos lugares para trabajar, algunos con los agricultores, otros en la cantera, algunos en las fábricas. Por la noche volvian, tenian su comida y a dormir porque enseguida se apagaba la luz .

Detrás de la prisión, había un pequeño patio donde pasaban su tiempo libre los domingos. Me hice amigo de algunos de ellos. Ellos tallaban cosas bellas, entre otras cosas le «compré» a uno un juguete, se trataba de un par de gallinas picoteando cuando lo movias ida y vuelta. Mi pago consistió en un bocadillo.

Ibamos a la escuela a la aldea, nuestro maestro de Bochum se llamaba Schade. En primer lugar, nos repartió tabletas de vitamina C, luego nos preguntó si necesitabamos papel higiénico, por supuesto, que todos lo necesitabamos. A continuación, pasó una hora cortando los periódicos en trozos grandes de unos 10 cm x 20 cm y nos dió a cada uno unas 5 hojas. Mientras tanto, pidió uno salir para ir hacer sus necesidades, cuando habian salido todos había pasado el tiempo de clase.

Durante la estancia de 6 meses en Onstmettigen probablemente no hemos aprendido mucho. También desde aquí hicimos grandes excursiones, por ejemplo, al Castillo Hohenzollern, al Danubio y al lago Constanza.

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