Ojos en las artes marciales

Algunas escuelas afirman que los ojos deben estar fijos en la espada del enemigo. Algunas escuelas fijan los ojos en las manos. Algunas fijan los ojos en la cara, y algunas fijan los ojos en los pies, y así sucesivamente. Si fijas los ojos en estos sitios tu espíritu puede llegar a quedar confuso y tu estrategia frustrada.

En el Camino de la Estrategia, cuando has luchado muchas veces serás capaz de evaluar la velocidad y la posición de la espada del enemigo, y habiendo dominado el camino verás el peso de su espíritu. En la estrategia, fijar los ojos significa mirar al corazón del hombre.
Miyamoto Musashi, Libro de los Cinco Anillos

Esta es mi aflicción
Ojos que no veré más
Ojos de decisión
Ojos que no veré a menos
en la puerta del otro reino de la muerte
T S Eliot, Eyes That Last I Saw In Tears

Ojos nuevos cada año
Encuentran aquí libros viejos,
Y libros nuevos, también,
Ojos viejos renovados
Philip Larkin, New Eyes Each Year

La idea del golpe del follaje carmesí es golpear la espada del oponente hacia abajo y tomar la espada.
Miyamoto Musashi, Libro de los Cinco Anillos

Hace poco estaba mirando el Kokin Waka Shu y ví un verso que decía:

Veo mil colores
Soplando en el viento.
¿Las hojas de los árboles del otoño
Saben que caerían?

Escribí esto para las personas en el final de su aprendizaje, y para aquellos que aspiran a esta forma.
Matsuura Seizan, Joseishi’s Discussions on the Sword

Fijando los ojos en las montañas lejanas significa mirar a lolejos y a lo ancho. Un ejercicio practicado por los samurai es mirar todas las cosas lejanas como si estuvieran cerca y todas las cosas cercanas como si estuvieran lejos. De esta manera, se está examinando todo el campo visual de cualquier situación como si uno estuviera mirando a las montañas distantes.
Takuan Soho, The Unfettered Mind


En las artes marciales, ¿adonde miras? ¿Dónde fijas tus ojos?

Voy a empezar con adonde no mirar.

No mires hacia abajo. Todo el mundo lo hace al principio.

No mires al arma de un atacante. Si te fijas en él tu mente se detendrá en el arma.

No mires las manos de un atacante. Si te fijas en la mano o las manos del atacante, tu mente se detendrá.

No mires a tus propias manos. ¿Sabes lo que tus manos parecen y como se sienten. Tu no tienes que mirarlas.

Algunos maestros de artes marciales dicen de no mirar a los ojos de un atacante. Podrías sentirte abrumado. O bien, podrías ser arrastrado hacia un ciclo de agresión que podría impedirte de pensar con claridad.

Entonces, ¿adonde mirar? Otros maestros dicen que debes mirar a los ojos de un atacante. O puedes mirar a la frente de un atacante. O al hueco entre las cejas del atacante. O mirar a la cara. O a los hombros y a la cabeza y a la cara todo junto. Pero no dejes que tu mente se fije.

El mejor consejo es hacer lo que tu maestro te diga de hacer.

En la espada japonesa se dice de mirar a las montañas lejanas. Hay otra frase que se utiliza en el budo: una mirada como hojas de otoño. Nunca fija. Abierta. Atenta. Mirando a todo. Y a nada.

Niall

Enlaces de fondo 

http://allpoetry.com/poem/8453743-Eyes_That_Last_I_Saw_In_Tears-by-T_S__Eliot

http://www.poetryconnection.net/poets/Philip_Larkin/4795  

http://en.wikipedia.org/wiki/Kokin_Wakash% C5% AB 

Ensayo simple y claro sobre los ojos y una montaña lejana por Santoso Hanitijo, Kendo y Iaido Shidokan Club, Montreal
http://www.shidokanmontreal.ca/readings.html   

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© niall matthews 2012
traducción carina

Fuente: Aikiweb

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