Somos insignificantes

La nube ignora por qué se desplaza en una determinada dirección, y a una velocidad específica. Siente un impulso, ese es el rumbo del momento. Pero el cielo conoce las razones y las configuraciones que hay detrás de todas las nubes, y tu también las conocerás cuando te eleves a la altura indispensable para ver más allá de los horizontes.
Richard Bach

Cuando miramos hacia arriba, se amplía nuestros horizontes. vemos la pequeña mancha que somos en el universo, tan insignificante, y que todos nosotros no tomamos tan en serio, pero en el cielo, no hay fronteras. No hay diferencias de casta, religión o raza.
Julia Gregson

Todo pasa, el sufrimiento, el dolor, la sangre, el hambre, la peste. también la espada pasará, pero cuando las sombras de nuestra presencia y nuestros hechos se hayan borrado de la faz de la tierra, las estrellas permanecerán. No hay hombre que no sepa eso. ¿Por qué, entonces, no volver nuestra mirada hacia las estrellas? ¿Por qué?
Mijaíl Bulgákov en La guardia blanca

Más allá de las estrellas más lejanas,
Donde el frío del espacio se extiende delgado,
Nos esforzamos en mirar fuera,
Mientras ellos están mirando hacia adentro
Poema Manifiesto

tierra desde la luna

Muchas veces miramos al cielo, para ver su belleza, de día las nubes en sus diferentes colores, negras o grises cuando están cargadas de agua y cuando el sol las colorea amarillas, naranjas o rosas. De noche miramos la luna en sus diferentes fases, grande amarilla y redonda cuando está llena y cerca del horizonte y más pequeña y plateada cuando está en lo alto o en cuarto creciente o menguante y la echamos de menos cuando es nueva, observamos las diferentes estrellas que forman las constelaciones incluso a veces vemos algún planeta lejano o la vía láctea.

El cielo no sólo se presenta a nuestros ojos, se hace sentir en forma del calor del sol, el viento que limpia, la lluvia refrescante, el frio de la nieve, el molesto granizo.

Pero si nos imaginamos estar en algún lugar en lo alto, por ejemplo tan sólo sentados en un avión mirando por la ventanilla atraves de las nubes, podemos ver en la inmensidad del océano algún puntito, un barco, vemos la tierra, las pequeñas ciudades, si cruzamos alguna cadena montañosa las cimas cubiertas de nieve, si viajamos de noche los conjuntos de luces que aparecen debajo del vacio negro. Pero si nos imaginamos estar en la luna, como en la foto, la tierra aparece como una bola azul, ya no distinguimos ni los barcos, ni las ciudades, ni las montañas, simplemente se ve lo más azul: el agua, las manchas de tierra y las nubes que cubren partes de la esfera azul. Pero si nos imaginamos cerca de alguna estrella de las que observamos y mirasemos hacía el planeta azul, todavía se ve azul? depende de la distancia, ya simplemente será un puntito en la inmensidad del universo, piensen entonces, que somos? no somos nada realmente, somos insignificantes.

Entonces nosotros somos tan importantes como nos vemos? nuestros problemas diarios lo son? nuestras preocupaciones y enfados? la crisis? los malos gobiernos? pensemos en perspectiva, mirémonos aunque sólo sea a vista del avión, desde allí somos pequeñas hormiguitas, que tienen sus días malos y buenos. Hagámos que la mayoría sean buenos tanto para nosotros mismos como los que están a nuestro alrededor, con nuestras mejores intenciones, tratemos a nuestro prójimo de la misma forma como nos gustaría que nos traten, con una sonrisa que no cuesta nada y puede alegrar al que la necesite.

Si nos medimos por el tiempo, cuanto tardó el universo en crearse, cada estrella cuánto? nuestra tierra cuánto? Cuánto dura nuestra vida? En comparación es un instante lo que dura, disfrutemos de ese instante lo mejor que podamos, de cada segundo de ese instante, de la belleza que hay en ese planeta azul que es nuestro hogar, de su naturaleza sabia y maravillosa, cuidémosla porque es la única que tenemos.

Carina

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