Piedras Ishibumi

Hace poco vi Violines en el cielo (Okuribito/The Departures), una emotiva película de alto contenido humano que trata de una tradición japonesa del respeto hacia las personas fallecidas y la aceptación de la muerte con el amor y disciplina propia de los orientales, para que en la supuesta vida del más allá se prosiga con los mismos valores.

OLYMPUS DIGITAL CAMERApiedras de Carina

En ella se habla de las piedras Ishibumi, hace mucho tiempo, antes de escribirle una carta a alguien se le enviaba una piedra elegida especialmente para que transmitiera los  sentimientos. El receptor podría saber, por su forma y aspecto, pero especialmente por apretarla en su mano, cómo se sentía el que la había enviado. Si era de bordes redonda y pequeña, sería porque se sentía contento, si era irregular, porque estaba preocupado. Las piedras de colores agradecían la amistad, las de forma de corazón enviaban amor, las lisas y redondas decían «soy feliz y espero que tu tambien», las volcanica prometían amistad eterna, las negras mostraban rechazo y las blancas pedían perdon o perdonaban.

Carina

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