«El cuerpo es la unificación concreta de lo físico y lo espiritual creado por el universo. Respira la esencia sutil del universo y se hace un solo cuerpo con él; de esta manera, el entrenamiento es el adiestramiento en el camino de la vida humana. En el entrenamiento, la primera tarea es disciplinar continuamente el espíritu, agudizar el poder de nen(concentración, forma habitual de pensamiento) y unificar el cuerpo y la mente. Estos son los cimientos del desarrollo de waza, que, a su vez, se despliega indefinidamente a través de nen.»
Kisshomaru Ueshiba, El espíritu del Aikido
Hay muchos dojos que cierran en verano por vacaciones. Por suerte el nuestro nunca lo hace, sin embargo algunos compañeros faltan el mes de julio o el mes de agosto, porque salen de vacaciones con su familia y así normalmente somos algunos menos en el dojo.
El entrenamiento sigue igual que durante todo el año, aunque en los contados días cuando hay siroco(el viento caluroso del desierto), el maestro dice : «Hoy vamos a entrenar más suave», tal vez para que nos olvidemos del calor y nos mentalicemos para entrenar más relajados. A veces es cierto que hacemos un entrenamiento más suave, practicando armas por ejemplo, también aprovechando que vienen menos compañeros a entrenar, pero otras veces «suave» significa en cada técnica un kokyu nage;) es decir caer, levantarnos, volver a caer y levantarnos y así infinidad de veces, hasta que nuestra ropa, que de por si ya estaba húmeda, esta completamente mojada, pero bueno seguro que es mejor que una sauna, nuestros poros quedarán completamente limpios y después de una buena ducha podremos dormir como niños chicos. A mi personalmente también me gusta recuperarme con una o dos claritas de cerveza con Sevenup, lo más refrescante y mejor para recuperar todas las sales y minerales perdidos con el sudor 🙂
Ya que nuestro entrenamiento es de 20-21.30 hrs o sea por la tarde/noche y al tener el dojo grandes ventanales que podemos abrir de lado y por arriba y además en la entrada hay dos ventiladores, suele entrar un poco de aire fresco. Además en verano en Gran Canaria por la noche siempre refresca. Algo muy importante también es llevar siempre una botella de agua, es indispensable recuperar el líquido que hemos perdido durante el entrenamiento y también es conveniente tener una toallita a mano, para limpiarse el sudor y este no caiga en el tatami y alguien se resbale.
Yo realmente disfruto del entrenamiento de aikido durante todo el año, en invierno para entrar en calor y en verano para contrarrestar el calor 🙂
Hay días en que el maestro también se inspira para prepararnos una clase muy especial y divertida, por ejemplo nos dice que llevemos una pelota de playa y la utilizamos para hacer diversos ejercicios que sirven para mejorar nuestra habilidad para hacer las técnicas, por ejemplo el movimiento de nuestras piernas, para que sea más ligero o tratando de atajar la pelota practicamos diversos tipos de caidas, una vez parecíamos porteros en un partido de futbol.
Me gustaría invitar a todos aquellas personas que quieran probar una clase de aikido y a los que ya practican pero, cuyo dojo cierra en estos meses, pueden venir a entrenar con nosotros cuando quieran, es más, siempre es un placer ya que a nuestro maestro le encantan las visitas y siempre cuando viene alquien, se inventa alguna clase muy especial!
Carina
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