El arte de la enseñanza

El arte de enseñar es el arte de ayudar a descubrir.
Mark Van Doren

El arte supremo del maestro consiste en despertar el goce de la expresión creativa y del conocimiento.
Albert Einstein

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Un gran maestro ve tus habilidades en tu interior antes de que tu mismo te hayas dado cuenta que las tenías. Luego te va dando ejemplos y sutiles indicaciones para que se desarrollen libremente, al mismo tiempo que pule las asperezas.

Y nos lleva poco a poco a aprender y adquirir nuevos conocimientos, no sólo con técnicas sino también con una infinidad de ejercicios, cómo lo hace nuestro maestro. Al principio nos enseña la forma en general y cuando se da cuenta que la hemos comprendido, nos pincela algunos detalles en un sentido más amplio. Después de algún tiempo en el que hemos asimilado también esto, nos indica detalles de movimientos más pequeños, que cuando somos principiantes nos son imposible de ver. Y a medida que avanzamos nos corrige cada vez menores detalles para pulirnos completamente y a la vez dejándonos la libertad de desarrollar nuestro propio arte.

Algo parecido ocurre cuando asistimos a cursos y seminarios de otros maestros. Siempre es bueno ir a cuanto curso o seminario esté a nuestro alcance, tanto por la cercanía y si nos lo podemos permitir. Aunque hay que tener en cuenta que a medida que avanzamos en nuestro aprendizaje, más vamos a aprender, cuánto mayor sea nuestro nivel, más detalles vamos a observar e incorporar a nuestro disco duro y al repetirlos luego veremos si también funcionan para nosotros.

Pero lo anterior no sólo se puede aplicar al entrenamiento del aikido físico, también sirve para aprender atraves de la lectura. Un buen maestro también puede influir positivamente desde la distancia. Un ejemplo son los instructivos y valioso artículos de Takahashi Shihan. Mi primera traducción me costó un gran trabajo, no sólo por el rico vocabulario del Shihan, sino también por los conceptos, sobre los que al principio tenía que reflexionar un tiempo para llegar a comprender realmente lo que Takahashi Sensei nos estaba enseñando. Ahora después de tres años, todavía me sorprendo gratamente con sus nuevos artículos, los cuales nos dan una imagen no sólo de la inmensa sabiduría, sino también de la profundidad de sus pensamientos.

Y finalmente Takahashi Shihan también me animó a escribir. Él me preguntó que pensaba sobre el aikido y mi entrenamiento y me animó a poner mis pensamientos en letras libremente. Al principio no se me ocurrian temas sobre los cuales escribir. No sé si hubiera seguido escribiendo sin su ánimo y comentarios y los de mis fieles lectores.

Ahora a veces sólo oyendo comentar algo, leyendo alguna frase o simplemente pensar sobre algo que he visto me inspiran a profundizar en el tema y tratar de desarrollarlo para que tengan sentido escritos como otro nuevo artículo.

Feliz cumpleaños Takahashi Shihan!

Carina

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