Deslizarse sobre las olas

Sobre las olas de la vida, en el vocerío del viento y del agua, el pensamiento del poeta está siempre flotando y bailando.
Rabindranath Tagore

Una vez hayas probado el vuelo siempre caminarás por la Tierra con la vista mirando al Cielo, porque ya has estado allí y allí siempre desearás volver.
Leonardo da Vinci

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En uno de los últimos días de agosto estuve en la playa disfrutando de la brisa fresca y el sol, había una bandera roja, ya que estábamos en plenas mareas del pino. El socorrista estaba advirtiéndo del peligro a los bañistas que llevaba sus colchonetas al mar, pitándoles varias veces para que vuelvan y dejen las colchonetas en la arena, esta forma de baño es muy peligrosa, ya que las mareas te pueden llevar demasiado mar adentro sin darte cuenta y puede ser muy dificil volver a la costa.

También había unos chiquillos con sus tablas aprendiendo a surfear encima de las olas. Las olas eran grandes, ideales para este tipo de surf. Había un monitor en la costa indicándoles que vuelvan a la izquierda, cada vez que se acercaban demasiado a las rocas. Me distraje observándolos, cómo iban boca abajo con sus trajes de neopreno, remando encima de las tablas mar adentro, atentos a montarse en las tablas en el momento cuando la ola estaba a punto de romperse. Algunas veces lograban pararse encima de la tabla y deslizarse encima de la ola hasta casi llegar a la costa. Que gran momento, los niños disfrutaban a lo grande, algo que los hacía olvidarse del tiempo con el único propósito de coger otra ola mayor y aguantar el mayor tiempo posible de pie encima de la tabla acompañando a la ola hacía la costa. Estos momentos de disfrute absoluto me recordaban los momentos parecidos en aikido.

Cuando haces de uke en aikido y tori te proyecta con gran seguridad y tu tienes plena confianza en él, el momento ese en el que estás en el aire, en el que estás volando, debe producir una sensación parecida al momento en el que estás de pie en tu tabla deslizandote sobre la ola.

Me imagino que uno puede sentir sensaciones así cuando salta de una avión al vacio y se abre el paracaídas, aunque nunca me atrevería a hacerlo. Otra sensación parecida puede ser la que siente un niño pequeño cuando es columpiado y sube cada vez más alto.

Son momentos que producen una gran sensación de bienestar y duran muy poco en relación al tiempo que requiere la preparación de los mismos, como una explosión de colores de los fuego artificiales.

Carina

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