Excelente forma de comenzar el día

Sobre el inmenso azul grisáceo claro había infinidad de ovejitas(altocúmulos), algunas más juntas como calentándose entre ellas y otras dejándo más espacio celeste. El pálido sol asomaba despacito por el este. Las ovejitas buscaban su aún apenas perceptible calor.

excelente

Nos movímos al ritmo de la marchosa música en el agua fresca, aunque más cálida que la temperatura ambiente, es decir cuando levantámos los brazos sentímos fresco y agradecímos poder bajarlos al agua más calentita. El entrenamiento es fuerte, mover los brazos y piernas dentro del agua parece fácil, pero estás trabajando muchos músculos. Entre saltos, rodillas arriba, brazos abajo, correr al lado de la pared y volver por la corchera, luego hacia atrás saltándo, pasos grandes, sujetar el fideo boca abajo y pataleo, pisar el fideo y moverte subiéndo rodillas sin tocar el suelo, segundos para cada movimiento y siempre rápido al compás de la música. No hay tiempo para contar ovejitas. Más saltos, rodillas tocan codos por los lados, hacia la izquierda tocándo sólo codo izquierdo con rodilla izquierda, vuelta los mismo con los miembros derechos sin perder el ritmo, tocar las puntas de lo pìes, luego los talones, las piernas hacia arriba manteniéndote a flote sólo con el movimiento de los brazos. Mientras disfrutamos de nuestros movimientos en el agua masajeamos a nuestro cuerpo y nuestra mente se relaja agradeciendo el inmenso beneficio que nos estamos regalando en estos cuarenta y cinco minutos de cada mañana. No hay tiempo para la negatividad, malos rollos, enfados ni siquiera para enfermarse. Todas son sonrisas como expresión de lo bien que nos sentimos y esto nos sirve como prevención para cualquier malestar, un extra aparte de todas las demás bondades.

Sin embargo al final de la clase en los estiramientos miras al cielo y ves que el sol ha dado un paso grande, está a mitad de camino del zenit siempre cubierto por las ovejitas que se arriman a su calor, los rayitos del sol nos acarician con suavidad, una calidez que sentimos con agradecimiento. Mientras hacemos las tres últimas inspiraciones y espiraciones vemos por el rabillo del ojo una paloma bebiendo desde el borde de la piscina.

Carina

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