Saber decir "No"

Si alguien le hace una petición o le pide un favor, dando por supuesto que usted accederá, prepárese porque si le dice que “NO” el otro seguro que se va a incomodar aunque no se lo diga, le parecerá mal y encontrará razones para su malestar. Precisamente por eso, porque el abordado supone que el peticionario se va a sentir molesto ante una negativa, es por lo que suele decir “SI” aunque en su fuero interno no le apetezca complacerle. Tememos que determinados miembros de la familia, que los amigos, conocidos o colegas se enfaden con nosotros si frustramos sus peticiones o exigencias y por eso decimos SI cuando quisiéramos decir NO sin perder la compostura. La posibilidad de perder la aprobación, el aprecio, la estima, la amistad o la compañía de los cercanos empuja a mucha gente a complacerles cuando en su fuero interno no están por la labor porque tienen o bien otras ideas, otros deseos, otros planes, proyectos, tareas o compromisos o simplemente otra mentalidad. Tres son los estilos existentes de resolver estas demandas. Uno es el “pasivo”, el que cede, se calla y consiente, asiente y acepta con resignación lo que le piden pero por dentro se cuece, se estresa y desazona porque no es capaz de diferir y de oponerse. Otro es el “agresivo”, aquel que dice NO de manera descortés, maleducada, violenta, levantando la voz, cortante y de malas maneras. Se expresa con violencia y deja que su impulso de malestar se exprese conforme le llega a la garganta. El “asertivo” es el tercer estilo, el mejor, porque sabe expresar su emoción, su deseo, sabe negarse con serenidad, controlando su voz y mirando de frente, relajado pero sin temor a que el otro se contrarie al no lograr el objetivo. Este es capaz de hablar sinceramente, expresando sus razones, sus motivos sin dejarse manipular por el peticionario por mucho que este insista o quiera manipularlo para lograr salirse con la suya. El asertivo suele decir “lo siento, no puedo, no me gusta, no entra en mis planes”, “no lo veo apropiado, oportuno o procedente” y lo dice quedándose tranquilo sin sentirse culpable y sin remordimientos. ¡Qué difícil! ¿verdad?. Difícil, pero estando uno seguro de si mismo es la mejor manera de quedar liberado de opresión y de angustia en vez de carcomido, pero también sin herir ni maltratar al otro. Es muy reconfortante saber salir airoso y si los demás se molestan qué le vamos a hacer. Ser asertivo es una habilidad inestimable. Fuente:El comercio digital

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