El poder aterrador de recordar, nos permite experimentar una vez más, el impacto total de las imágenes, sonidos, olores y sensaciones del tacto y de la vista de un evento inolvidable. Poco importa que la experiencia fuera muy enriquecedora, o devastadoramente horrible, ya que ambos ponen al descubierto la magnitud de todo lo que puede pasar por la mente, el alma y el espíritu de uno. En otras palabras, la mera inmensidad del material y de la sobrecarga sensorial, suplica el alivio de la responsabilidad aplastante de tomar todo y hacerle la justicia de la presentación de informes precisos y objetivos que se merece. Al final, estamos condenados al fracaso del cumplimiento de nuestra misión, pero triunfaremos en el esfuerzo por sacar a la luz aquello que muy pocos seres humanos han tenido el privilegio de experimentar y en última instancia compartir.
la tierra se recupera de incendios forestales
La imagen indeleble de Kim Phuc, en ese fatídico día de 8 de junio de 1972, corriendo desnuda, quemada por el napalm estadounidense, y gritando en agonía entre un desordenado contingente de soldados estadounidenses aparentemente indiferentes, abrasa para siempre la memoria y la conciencia de todos los seres humanos que han visto la foto, y se han preguntado » ¿por qué? » Para los pocos que estaban allí ese día, y los muchos otros que hubieran deseado estar en condiciones de ayudar y hacer una diferencia, siempre será un momento para recordar todos los hechos, los recuerdos y sensaciones de indignación, conmoción, la negación y la impotencia que esta foto trae de vuelta. Fue un hecho. Sucedió. Qué debemos hacer a partir de hoy hacia adelante para asegurarnos de que no vuelva a suceder en nuestras vidas ? Eso es lo que el recuerdo puede hacer por nosotros que nos preocupamos y estemos totalmente preparados para unirnos con otros para resolver los problemas que hicieron que ese día haya sido posible.
Se dice que la mente humana tiene una asombrosa capacidad para reprimir, y para compartimentar los recuerdos de carácter especialmente dolorosos o chocantes, y pretender conscientemente que nunca sucedieron. Sin embargo, los campos de minas ocultos de traumas sin resolver deben encontrar la redención completa, o seguirán aumentando y tal vez algún día exploten en formas impensables. Piensen en los episodios de PTSD(trastorno de estrés postraumático) para aquellos que han experimentado los terribles acontecimientos en guerras y conflictos. Una vez más, nada se puede hacer para deshacer los errores terribles y vergonzosos que se han hecho. Sin embargo, todavía se nos da la oportunidad de redimirnos a nosotros mismos como raza, asi como la tierra se recupera de los deslizamientos de tierra, terremotos, tsunamis e incendios forestales. No se trata de perdón, que merece un tratamiento completo en otro momento. Más bien, es acerca de enfrentar todos los problemas de frente, ser amables, conciliadores y compasivos con todos los interesados, y hacer lo posible para resolver los problemas reales de dolor, físico y mental, trauma psicológico, auto imagen destrozada, y de la necesidad imperiosa e inmediata de sanar.
Cuando nos encontramos con recordatorios necesarios de nuestros errores pasados, y las oportunidades para recordar plenamente y redimir nuestro pasado y a nosotros mismos, vamos a unirnos en cualquier momento y lugar, y como sea posible para sanarnos juntos.
Comentario de Francis Y Takahashi en Te acuerdas de la niña que corría desnuda en la guerra de Vietnam?
Traducción Carina
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