Realmente es O’Sensei el padre del Aikido Moderno?

Aikido Journal #109
Editorial de Stanley Pranin
De: http://www.iwama-ryu-aikido.org

Después de practicar e investigar sobre el Aikido por un buen número de años, gradualmente he llegado una hipótesis contraria a la creencia común y al testimonio de numerosos Shihans o grandes Maestros, que reclaman haber practicado por mucho tiempo al lado del fundador del Aikido, Morihei Ueshiba,.
Durante muchos años he participado en numerosos seminarios dictados por Maestros Japoneses en los Estados Unidos, y también he realizado varios viajes al Japón, donde he visto y entrenado con muchos de los mas reconocidos maestros.
Mi teoría, simplemente, es que el Aikido tal y como se conoce hoy en día no era el arte practicado y enseñado por O’Sensei, sino mas bien un número de formas derivadas de alumnos que estudiaron con el fundador por tiempos relativamente cortos.
Esto se puede notar por las considerables divergencias entre estilos, la relativamente pequeña cantidad de técnicas enseñadas, y la ausencia de la perspectiva de la religión Omoto en las formas modernas del arte.
Esto no significa una crítica a las «formas modernas», sino simplemente una observación basada en investigaciones históricas, en contra de la creencia común.
Cuando me mude permanentemente al Japón en 1977, tomé la decisión personal de estudiar en Iwama, con el Sensei Morihiro Saito. En el análisis final, lo que me atrajo a Iwama, fue el énfasis en la firmeza y precisión de la técnica, y la inclusión del aiki ken y el aiki jo en el curriculum de entrenamiento. Estoy seguro que la proximidad al Templo Aiki y el hecho de entrenar en Iwama, en el Dojo personal de O’Sensei también fueron factores que contribuyeron a tomar esta decisión.
Al mismo tiempo, debo también mencionar que yo no consideraba que la técnica de Saito Sensei fuera la continuación fiel del Aikido del fundador, sinó que lo veía a el como un maestro muy técnico en su propio estilo.
Mirando hacia atrás, yo puse a Saito Sensei en la misma categoría que Koichi Tohei, Shoji Nishio, Seigo Yamaguchi, y otros que eran altamente habilidosos y que desarrollaron sistemas propios de enseñanza, que fueron originalmente inspirados por Morihei Ueshiba, pero que luego se dirigieron en direcciones diferentes.
Debo recalcar que, aun cuando mi habilidad en el idioma Japones por aquella época era muy limitado, conseguí comunicarle a Saito Sensei mis pensamientos al respecto y mis dudas sobre si su Aikido era realmente el del fundador, como el decía.
Mi percepción se basaba en el hecho que la técnica de Saito Sensei se veía diferente al Aikido del fundador que yo había visto en películas.
A pesar que le causo gracia mi escepticismo y que no dudaba en considerarme su alumno, Sensei pacientemente me explico que la razón de mi confusión era que mucho de lo que se había preservado en las películas del fundador, eran solo demostraciones.
El me indico que las demostraciones públicas de O’Sensei eran muy diferentes a lo que el mostraba en el dojo de Iwama. Saito Sensei continuo insistiendo que era su responsabilidad transmitir fielmente el Aikido del fundador y que no era su intención desarrollar un «Saito ryu aikido».
A pesar de sus argumentos, yo continuaba teniendo fuertes dudas al respecto, no obstante mi gran admiración por su gran habilidad técnica, que nunca estuvo en cuestión.
Entonces, un día, aproximadamente dos años después de mi arribo, fui conducido a una entrevista con Zenzaburo Akazawa, un alumno interno de Morihei Ueshiba, o «uchideshi» de los tiempos de la pre-guerra, del periodo del Dojo Kobukan.
El Sr. Akazawa procedió a mostrarme un manual técnico publicado en 1938 titulado Budo que yo nunca había visto antes. Este contenía cerca de 50 técnicas demostradas por el propio fundador.
Conforme yo iba volteando lentamente las páginas del manual, me sentía asombrado de que la ejecución de algunas técnicas básicas como el Ikkyo, iriminague o shihonague eran virtualmente idénticas a lo que yo había aprendido en Iwama con Saito Sensei. Ahí estaba el fundador mismo demostrando lo que yo había estado considerando hasta ese entonces técnicas estilo «Iwama».
Muy gentilmente el Sr. Akazawa me presto el libro y yo corrí a mostrárselo a Saito Sensei.
Siempre recuerdo la escena cuando llamé a la puerta de Sensei, para compartir con él mi nuevo descubrimiento. Para mi sorpresa, el nunca había visto u oído mencionar de la existencia de ese libro antes. Se puso sus lentes para leer y empezó a hojear el manual, y sus ojos empezaron a escrutar las secuencias técnicas intensamente.
Me sentí entonces obligado a disculparme con él por haber dudado sobre su afirmación de que estaba haciendo todo el esfuerzo por preservar fielmente las técnicas del fundador.
Entonces Saito Sensei se rió y obviamente con gran placer me dijo: » Ya ves…te lo dije…»
Desde ese entonces, (aproximadamente 1979) hasta hoy Saito Sensei siempre viaja a dictar sus seminarios de Aikido con una copia del libro Budo, para usarla como una prueba del origen de las técnicas originales del fundador.
Eso me llevo entonces a admitir que había al menos un instructor que estaba difundiendo fielmente las técnicas de Aikido originales del fundador.
Pero acaso eso probaba mi teoría general de que los estilos de Aikido mayormente practicados hoy en día, tienen poco que ver técnica y filosóficamente con el arte del Fundador?
Consideremos lo siguiente. Si uno va a los Dojos de algunos de los mayores maestros, uno encontrará que los movimientos de sus alumnos se asemejan bastante a los del maestro en mención. Es obvio que serían unos pobres estudiantes si no hicieran su máximo esfuerzo para emular los movimientos de su maestro.
Entonces es posible reconocer a los estudiantes de un determinado maestro en las demostraciones cuando aparecen participantes de diferentes Dojos.
Por que entonces existe tan vasta diferencia entre la mayoría de estilos si todos los Shihanes estudiaron directamente con el fundador?
Algunos han dicho que el arte del fundador fue cambiando grandemente a través de los años y que eso se nota por las diferencias en las técnicas de sus alumnos que aprendieron durante diferentes periodos. Otros han dicho que O’Sensei debió enseñar diferentes cosas a diferentes alumnos, de acuerdo con sus características y habilidades. Yo nunca he encontrado ninguno de esos argumentos particularmente persuasivos. De hecho, cuando muchos años después descubrí una vieja película de 1935, de Asashi News Films, me sorprendí de cuan «moderno» estaba el arte del fundador en aquella etapa inicial.
Mas aún , el fundador usualmente enseñaba a grupos de alumnos, y no individualmente, y ese hecho no sustenta la teoría de que el adaptaba su instrucción a las necesidades de estudiantes individuales.
No, yo creo que hay una explicación muy diferente para esta considerable divergencia de estilos. Yo creo que esto se debe principalmente al hecho que muy pocos estudiantes de O’Sensei entrenaron con él por un periodo largo de tiempo. Con la excepción de Yoichiro (Hoken) Inoue, el sobrino de Ueshiba, Gozo Shioda, el fundador del Aikido Yoshinkan, y Tsutomu Yukawa, los alumnos internos de O’Sensei de la pre-guerra estudiaron cinco o seis años a lo sumo. Ciertamente que ese era tiempo suficiente para tornarse eficiente en el arte, pero no suficiente para alcanzar maestría en la vastedad del repertorio técnico del Aiki budo y sus muchos capítulos. Muchos de esos vigorosos jóvenes que se enrolaron como alumnos internos se vieron forzados a cortar prematuramente su entrenamiento marcial para entrar al servicio militar. Solo muy pocos de esos primeros estudiantes retomaron la practica después de la guerra.
Lo mismo se puede decir del periodo posterior a la guerra. Los inicios de ese periodo incluyen figuras conocidas como Sadateru-Arikawa, Hiroshi Tada, Seigo Yamaguchi, Shoji Nishio, Nobuyoshi Tamura, Yasuo Kobayashi, y mas tarde Yoshimitsu Yamada, Mitsunari Kanai, Kazuo Chiba, Seiichi Sugano, Mitsugi Saotome y varios mas.
Shigenobu Okumura, Koichi Tohei, y Kisaburo Osawa forman en parte un único grupo que practicaron brevemente antes de la guerra, y que obtuvieron el estatus de maestros después dela Segunda Guerra Mundial. Ninguno de esos maestros paso un largo período estudiando directamente con el fundador. Esto puede parecer una declaración escandalosa, pero se remite a hechos históricos.
Antes de la guerra, Morihei Ueshiba usó el Dojo Kobukan de Tokio como su base, pero estaba muy activo en el área de Kansai también. De hecho hasta tenía una casa en ese momento en Osaka. A través de los años se ha hecho claro para mi, por testimonios de los viejos tiempos que el fundador se movió por negocios por un gran numero de lugares y que debió pasar por lo menos una o dos semanas lejos del Dojo Kobukan.
Además tengamos en mente que los primeros Uchideshis fueron rápidamente promovidos a instructores debido a la efervescente popularidad del arte y la gran cantidad de actividades del Omotosponsored Budo Senyokai ( Sociedad para la promoción de las artes marciales ) liderada por Morihei Ueshiba. Esos pioneros estudiaron por relativamente cortos periodos, teniendo solo limitado contacto con el fundador por sus constantes ausencias del Dojo, y por que constantemente se quedaban fuera de la practica por la pequeña capacidad del Dojo.
Durante los años de la guerra y muy poco después O’Sensei se acomodó finalmente en Iwama, y a principios de los 1950 el reasumió sus viajes con visitas ocasionales a Tokio y la región de Kansai. Para finales de los 50 sus viajes se incrementaron en frecuencia y tal parece que nadie sabia donde estaba en cada momento. El dividía su tiempo entre Iwama, Tokio, y sus sitios favorito en Kansai, los cuales incluyen Osaka, Kameoka, Ayabe, su nativa Tanabe, y Shingu. El también visitó a Kanshu Sunadomari en Kyushu. Recuerdo haber oído a Michio Hikitsuchi Sensei, que O’Sensei visitó Shingu mas de sesenta veces después de la guerra. Considerando que se refiere a un período de doce o quince años, podemos ver que el fundador estaba fuera en Kansai alrededor de cuatro o seis veces al año.
El lector astuto no dudara en ver cual es el punto. Básicamente O’Sensei no enseño en Tokio en forma regular después de la guerra. Aun cuando apareciera en el Tatami, se pasaba la mayor parte de la hora con lecturas esotéricas mas allá de la comprensión de los estudiantes presentes.
Los principales instructores en el Hombu Dojo en los años de la post-guerra fueron Koichi Tohei Sensei, y el Doshu Kishomaru Ueshiba. Ellos eran asistidos por Okumura, Osawa, Arikawa, Tada, Tamura, y la siguiente generación de uchideshis mencionados arriba.
Quiero dejar mi punto perfectamente claro. Lo que quiero decir es que Morihei Ueshiba NO fue la figura mas importante en el Hombu Dojo, en enseñar día a día las bases.
O ‘Sensei estaba ahí a intervalos impredecibles y centraba su instrucción sobre aspectos filosóficos. Tohei y Kisshomaru Ueshiba son los principales responsables por el contenido y el desarrollo del Aikido al interior del sistema Hombu-Aikikai. Como antes de la guerra, los uchideshis de los últimos años debieron enseñar fuera del Hombu Dojo en clubes y universidades después de un relativamente corto período de aprendizaje. Este período también se caracterizó por una llamada «inflación de Danes» en donde muchos de esos jóvenes profesores fueron promovidos un Dan al año, y en algún numero de casos inclusive se «saltaron» Danes, ¡ pero ese es tema para otro artículo!
Que significa todo esto? Significa que la visión común de que la expansión del Aikido después a la guerra se llevó a cabo bajo la directa tutela del fundador es un error. Tohei y el Doshu Kishomaru, merecen la «melena del león» y todo el crédito, no el fundador.
Significa sobre todo que O’Sensei Morihei Ueshiba no estuvo seriamente involucrado en la instrucción y administración del Aikido en los años posteriores a la guerra.
El estaba en un largo retiro, muy enfocado en su entrenamiento personal, su desarrollo espiritual, viajes y actividades sociales. También se debe notar, que a pesar de su esterotipada imagen de hombre viejo, amable y gentil, O’Sensei fue también poseedor de ojos agudos y penetrantes y un temperamento heroico y su presencia no fue siempre bien recibida en el Hombu Dojo por sus comentarios críticos y frecuentes arrebatos.

Este es el kit del asunto, según se puede saber por numeroso testigos de primera mano.
En el pasado yo he insinuado algunas de estas cosas, pero recién ahora me siento suficientemente confiado a hablar de ello por la gran cantidad de evidencia obtenida de numerosas fuentes cercanas al fundador. No puedo decir que estos comentarios ayudarán necesariamente a los practicantes en su entrenamiento, o que los llevarán mas cerca de sus metas, pero espero sinceramente que a la luz de la verdad de tan importante tema, aquellos comprometidos con el Aikido tendrán un entendimiento profundo en que basar sus juicios. También espero que la figura de Koichi Tohei, quien recientemente ha sido relegado a un rol periférico y secundario sea puesto en su justo valor.

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