Pensando en grande

¿Qué tan «grande» piensas?

Se dice que «la gente grande habla de ideas, la gente común habla de las cosas, la gente pequeña habla de otras personas». Llegamos a «pensar» en lo que nos interesa, mucho antes de hablar de ello a los demás, o de escoger actuar sobre estos asuntos de una manera significativa. La pregunta es, ¿qué es lo que elegimos pensar la mayor parte del tiempo. ¿Por qué y en qué medida? ¿Qué tiene que ocurrir para que podamos considerar seriamente cambiar nuestros puntos de vista cerrados o nuestras creencias ganadas con dificultades de una época anterior?

¿Tendemos a pensar «exclusivamente» sobre asuntos de importancia o interés? Con esto quiero decir, es que rechazamos automáticamente la consideración de ideas, sugerencias o datos que no parecen apoyar o validar nuestros puntos de vista originales? ¿Estamos dispuestos a ser abiertos y receptivos a los puntos de vista alternativos que parecen ser legítimos y dignos de mención, aunque cuando en realidad pueden poner en peligro las bases de tales nociones anteriores, tal vez incluso nos causen vergüenza de revertir públicamente nuestras declaraciones anteriores?

Una cita de Henry Ford afirma, «si crees que puedes, o piensas que no puedes, tienes razón.» ¿Qué y cómo piensas en lo que es posible?

nubes, Carina

¿O pensamos «inclusivamente», en constante búsqueda, y permitiendo la entrada continua de más nociones alternativas a los conceptos originales con los que comenzamos? Nos comprometemos a seguir teniendo la mente abierta, y por lo menos escuchar o tomarnos el tiempo para investigar las posibles ventajas de valor, incluso de puntos de vista o perspectivas radicalmente diferentes ?

Por mi parte, voy con todo el espectro de las tres categorías de «grandes, pequeños y ordinarios», aunque yo prefiero pensar más sobre lo que puede ser cambiado para mejor, ¿cómo esos cambios pueden lograrse efectivamente, los plazos y el calendario de tales cambios, y cuando estoy dispuesto a empezar.

Sin duda, la parte más difícil es simplemente el comienzo.

Entonces me doy cuenta de que estos cambios que me imagino no ocurrirán simplemente por pensar en ellos. Necesito ayuda. Mucha ayuda. Necesito compañeros y amigos que comparten ideas similares, tengan sueños similares, y han elegido en su propio tiempo hacer algo significativo acerca de ellos. Tengo que encontrar e interactuar en forma permanente con ellos, antes que mi tiempo, mi energía y mis recursos ya no están disponibles. Tiene que ser hoy , todos los días.

Es mi opinión que el Aikido del Fundador se produjo laboriosamente a partir de décadas de investigación frecuente y continua, en la inmensa bibliografía que se encuentra en el Universo Aiki. También se benefició en gran medida de las afortunadas relaciones que forjó con visionarios extraordinarios, obteniendo el apoyo clave de la más improbable de las fuentes, sus depósitos sin límites de energía y la inspiración interior, y de los estudiantes y compañeros innumerables y maravillosos que encontró a lo largo de su camino.

Sin embargo, ¿cuánto podría haber hecho si no fuera por un fenómeno clave? El método único del fundador de pensar no sólo era más grande, era inmenso, era incondicional, y era para toda la vida en su aplicación a los sueños más cercanos a su corazón. Sin duda, las dimensiones de su visión y pensar muy grande le permitieron lograr tanto como lo que hizo.

Para aquellos de nosotros que acreditamos al Fundador y su Aikido en busca de inspiración, ejemplo, y un sistema probado para continuar nuestra misión de crear y mantener nuestro propio Aikido, cuan verdaderamente grande debe ser nuestra forma de pensar acerca de nuestro aikido?

No, no es necesario emular la dimensión heroica de pensamiento del Fundador, así como no tenemos necesidad de emular su trayectoria singular y sus direcciones. Sin embargo, como el fundador, y un sinnúmero de otros genios que han dejado su huella a lo largo de la historia, es necesario responder a la pregunta de qué tan grande estamos dispuestos a pensar, tal vez no al principio, pero sin duda mucho antes de que hayamos pasado por nuestra búsqueda.

Importa relativamente poco, si en realidad sigues siendo «fiel» a un estilo, a un profesor, o un sistema de estudio. Puede que no importe mucho tampoco, si aumentas tu entrenamiento con «cross training» en otros sistemas de artes marciales, filosofía de pensamiento, o participas en cualquier ejercicio de dimensión en el ámbito de lo «paranormal» o lo oculto. La elección es tuya estrictamente en términos de qué cuan extenso o centrado quieres que tu programa de Aikido sea.

¿No es cierto, que una tonelada y media de camión no puede contener tanto como un contenedor de 20 pies? O que una sola mano no puede coger tanto como si las dos trabajan juntas? ¿Hay alguna duda real, que es muy probable que tengas éxito en la misma proporción que la forma, alcance y amplitud de la forma en que eliges pensar te permita alcanzar? Piensa tan grande como puedas imaginar. El Fundador lo hizo y su ejemplo bien vale la pena seguirlo en ese sentido.

Apuesto de que tu pensamiento se acaba de hacer un poco más grande!

Francis Y Takahashi
Traducción Carina

Fuente: Aikido Academy USA

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