La briviescana anuncia sus nuevos proyectos cinematográficos • Ayer estuvo en la ciudad grabando para una televisión • Vive a caballo entre Bilbao, Madrid y Los Ángeles
Noa Díez, la briviescana que se ha convertido en la primera mujer del mundo en crear un nuevo arte marcial, el Kihatsu, visitó ayer la capital burebana con una televisión regional para mostrar en las instalaciones del gimnasio Sentral en qué consiste su disciplina. La joven habló a DB sobre sus proyectos que en los próximos meses se encaminarán, sobre todo, hacia el cine.
«Participaré en varios cortos de acción que se rodarán en Madrid y, en septiembre, retomaré los cursos de escenografía de acción que imparto en la Escuela de Teatro y Cine Ánima Skola, de Bilbao», señaló. En los cortometrajes trabajará como actriz en papeles de mujer policía en huidas en coches o desenfundando armas y, además, tiene previsto entrenar a actores en escenas de acción.
La burebana vive de enseñar y practicar el Kihatsu y entre sus alumnos se encuentran agentes de cuerpos armados e incluso actores de Hollywood. Su disciplina es un arte marcial que reúne un gran número de técnicas y variaciones cuyo origen se halla en otras modalidades como judo, kárate y otras muchas y las complementa con lenguaje corporal, danza zen y control mental. En el arte creado por Noa resulta imprescindible saber el manejo, ataque y contraataque con armas blancas, armas alternativas y de fuego.
La joven vive a caballo entre Bilbao, Madrid y Los Ángeles, donde ha trabajado en varias ocasiones dentro de la industria del cine como entrenadora y coreógrafa de escenas de combate en películas. Ayer, recordó sus comienzos y explicó que cuando era pequeña sus padres la matricularon en gimnasia rítmica pero el destino quiso que en la sala de al lado hubiera un maestro dando clases de artes marciales. Aquello la cautivó y decidió cambiarse de actividad sin decir nada a su familia. Eso ocurrió en Briviesca. La joven fue cumpliendo años y a los 21, se examinó de Maestro Internacional en Madrid. A los 23 creó el Kihatsu y, tan solo ocho meses después, logró que la nueva disciplina fuera reconocida por la Federación Internacional de Artes Marciales.
América y Japón
En los años 1997 y 1998 viajó a Canadá y EEUU para impartir sus primeros cursos como profesional. Pero tuvo que esperar a que llegara el año 2007 para cumplir su sueño de trasladarse a Japón. Los principios no fueron nada fáciles. Su condición de mujer y de extranjera eran un obstáculo pero tuvo tesón.
La joven se instaló en el país nipón con el fin de estudiar a fondo la cultura y el idioma. Se integró con facilidad y tras varios intentos y demostraciones de valía, Noa consiguió que le admitieran en varias disciplinas y con diferentes maestros, como el ‘sensei’ Kuro-Sam. Este experto le dio la oportunidad de impartir Kihatsu dentro de sus clases. En 2007, participó en la Congregación de los Mejores Dojos Japoneses.
Fuente:DiariodeBurgos.es
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