Ma-ai, una perspectiva Aiki

Ma, en japonés, se refiere a un «espacio, un intervalo» entre objetos. Utilizado comúnmente en las artes marciales se refiere al «espacio» entre los individuos, que puede determinar el resultado de un encuentro. El término utilizado es «Ma-ai».

Nadie tiene el derecho de invadir el espacio personal de otro sin permiso. Este derecho se encuentra en el corazón de cualquier sensación de seguridad, y el derecho de actuar de manera independiente del artista marcial. Ninguna persona con experiencia o formado en cualquier forma de arte, debería renunciar a este derecho sin causa justa o digna. La vulnerabilidad está bien. Estar indefenso no lo es.

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Un aspecto del correcto ma-ai se refiere al espacio interior que cada individuo requiere para la seguridad, privacidad, tranquilidad, y la libertad de pensar y actuar de forma independiente para él / ella. Este derecho es inviolable, y debe ser defendido con cada onza de energía y preparación practicada, siempre que sea atacado.

Otro aspecto del correcto ma-ai puede referirse al espacio que necesita el individuo para moverse, encontrar e interactuar en el medio ambiente que rodea al individuo, esperando no invadir el ma-ai de otros en el proceso. Este es el más problemático de los dos ejemplos, ya que los límites están muy a menudo borrosos y mal definidos. Al ser animales sociales, hacemos muchos compromisos, aparentemente inocentes, que haríamos bien en reconsiderar, y rehacer.

En el entrenamiento de aikido, este respeto por el personal e interpersonal «ma-ai», es un estudio en curso, y sigue teniendo la responsabilidad de ser mantenido, entendido y respetado por todos en el entrenamiento. Es el profesor quien debe establecer el tono adecuado, con los instructores asistentes, altos grados, y cada estudiante haciendo su parte para asegurarse de que esta práctica esencial sea hecha fielmente con mutuo respeto y honor.

La ventaja fundamental de cualquier artista marcial frente a la confrontación, es reconocer el ma-ai, tanto para sí mismo y su oponente, y para preservar el suyo propio mientras interrumpiendo el del oponente. Una vez controlado con éxito el ma-ai, la capacidad de incluir y aplicar el apropiado kuzushi, tsukuri y kake se incrementan considerablemente. Esto se refiere a quitar el equilibrio, creando la oportunidad para entrar, y seguir adelante con la técnica adecuada, y zanshin.

Recuerdo las historias de mi pasado, que me sirven para recordar y me guían en mi comprensión y el correcto cumplimiento de los objetivos del entrenamiento. Muchas historias que incluyen al gran «Kensei», la «espada santa» Miyamoto Musashi. Musashi peleó más de 60 batallas y concursos en su camino de Musha Shugyo.

Shisido Baiken era un experto con kusari gama, una combinación de una bola y una cadena, que se adjunta a una hoz de segar de capacidades letales. Musashi reconoció el problema del correcto ma-ai, inmediatamente sacando no una, sino dos espadas cuando se acercaba a su enemigo. Baiken éxitosamente atrapó la espada de Musashi, pero fue despachado por Musashi que entró en su ma-ai con su espada corta.

Otra anécdota de esta clase fue el supuesto encuentro de Musashi con el gran y legendario Munenori Yagyu, a quien se refiere la historia como «Tajima no Kami», un daimyo menor, e instructor de espada del Shogun, Tokugawa Ieyasu.

Como Yagyu estaba cuidando su jardín, fue interrumpido por un sirviente, anunciando que un shugyosha estaba en la puerta, pidiendo un combate. El gran maestro suspiró y le dió una flor cortada para que se la dé a este individuo, con sus excusas de que estaba jubilado, y que no aceptaba más combates como antes. Por supuesto, este shugyosha fue Miyamoto Musashi, que humildemente aceptó tanto el gesto, y el regalo de la flor. Al examinar lo increíblemente bien que estaba hecho el corte en el tallo, él comentó, «yo no podía aspirar a conquistar al que cortó la flor de todos modos, así que mejor será que siga mi camino.».

Ambos sirven como ejemplos de cómo el concepto de buen ma-ai es entendido y aplicado. Uno en acciones involucradas, el otro evitándolas.

En nuestro entrenamiento continuo en el Aikido, y / o cualquier otra forma de arte de elección, la imperiosa necesidad de reconocer, aplicar y de aprender el buen ma-ai es clara. Esta comprensión puede conducir a la sabia retirada y a la defensa, así como a tomar la iniciativa para lograr nuestras metas.

En la Unidad,

Francis Y Takahashi
Traducción Carina

Fuente: Aikido Academy USA

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