La práctica del Aikido con un amigo

«Un amigo es un regalo que te haces a ti mismo.» Esta cita se atribuye al fallecido Robert Louis Stevenson, y puede también describir adecuadamente una razón clave por la cual la mayoría de nosotros entrenamos en el arte del Aikido. La elección de practicar con un amigo sin duda gana a la de tratar de entrenar con un enemigo.

En nuestra sociedad competitiva, nos encontramos con numerosas oportunidades para presenciar a personas que actúan como antagonistas reales o percibidas. No es de extrañar que adquirimos actitudes defensivas, posturas y comportamientos que reflejan nuestro sentido de desconfianza, sospecha y separación.

Lo que sin querer echo de menos es la oportunidad dorada de hacer un gesto de amistad, que es a la vez amable y genuino. Una pequeña inversión de tiempo y energía como ésta puede resultar en una respuesta positiva, dando lugar a una conversación de beneficio mutuo e interacción positiva. ¿Por qué no adoptar gestos y lenguaje para explorar las oportunidades ocultas de abrir una mente cerrada, o para desviar una postura defensiva de la otra persona, invitando a la posible amistad en su lugar.

Esto es parte de la misión de vivir en el Aiki, la práctica fuera del tatami, lo que intentamos practicar con nuestros compañeros sobre la colchoneta. Las habilidades de un adecuado y mutuamente satisfactorio entrenamiento puede ser fácilmente transferido a las situaciones sociales, llevando a nuestro «compañero» en línea con nuestras intenciones de paz y diálogo armonioso.

Un componente clave de la integridad marcial del Aikido, es establecer y confirmar lo antes posible, si una situación o una persona presenta una amenaza real, o una oportunidad para una interacción significativa.

Que vergonzoso y lamentable sería malinterpretar el verdadero propósito de la otra persona de acercarse a ti, y saludarla con desconfianza o agresión inapropiada. Seguro que hay opciones tanto en el habla y como en el lenguaje corporal, que nos pueden dar suficiente tiempo y espacio para juzgar con mayor precisión.

Los principios de Shisei (cuerpo y postura mental), tsuriai (equilibrio), ma-ai (distancia correcta), hanmi (preparación de irimi o retirada) mizu no kokoro (espíritu inamovible) se encuentran entre los fundamentos de Aiki que debemos incorporar en nuestro entrenamiento en el tatami. ¿Por qué no podemos transferir la esencia de tales habilidades y conocimientos fuera de él también? Creo que podemos. Creo que deberíamos. Creo que es hora de empezar ahora.

En la Unidad,

Francis Y Takahashi
Traducción Carina

Fuente: Aikido Academy USA

Share