La lotería mental

Existe un desorden mental que se está expandiendo por toda nuestra sociedad y el cual puede destruir nuestro Aikido y nuestra vida. Esto es la “lotería mental”; El deseo del éxito no merecido. Leemos sobre esto todos los días – un hombre ganó la lotería por lo que aseguró toda su vida, o una mujer ganó una demanda por lo que no tendrá que trabajar más. El solo pensamiento de éxito no merecido nos trae una sonrisa a la cara – el nuevo sueño americano.
Estarás pensando, “que hay de malo en ganarse la lotería, y que tiene que ver esto con mi Aikido?” No hay nada malo en ganarse la lotería; sin embargo, la búsqueda del éxito no merecido y lo que esto representa puede ser peligroso para todos los aspectos de tu vida, incluyendo tu Aikido, Si alguien te ofreciera un boleto de lotería con la oportunidad de “ganar” el secreto para alcanzar la maestría del arte del Aikido, ¿te reirías de ello?, ¿o no y pensarías seriamente en comprar este boleto?
Todos hemos oído alguna vez a estudiantes pedir a sensei un consejo para mejorar su técnica, tan solo para recibir la invitación de seguir practicando. En un seminario el sensei ofreció revelar su secreto (ki) para mejorar nuestro Aikido. Cada uno de nosotros encendió su grabadora mental para grabar este atajo al éxito. Sensei procedió a sugerir que todos deberíamos practicar las técnicas básicas, los movimientos y las katas con armas quince veces a la semana por lo menos durante dos años. Se pudo haber oído la desilusión general, nos estaba diciendo que la clave para mejorar era comprometerse con el entrenamiento. Ya todos sabíamos eso! Todos podemos tener éxito si nos comprometemos a trabajar duro y practicar. Pero queremos el secreto del éxito no merecido, queremos ganar la lotería.
Vi un ejemplo de lotería mental durante un breve encuentro entre un golfista profesional y un aficionado. El pro estaba golpeando la bola cuando un aficionado se acercó y comenzó mirarlo. El pro era conocido por haber golpeado la bola mil veces al día durante su juventud, y aun era considerado como uno de los profesionales más dedicados. El aficionado finalmente se acerco al pro, se presentó a si mismo y comenzó a explicar cuanto gozaba del golf, pero que no podía mejorar su juego. Entonces pidió al profesional le diera un consejo que le ayudara a mejorar su técnica. El pro dejó su práctica y aconsejó al hombre que debería golpear la bola por lo menos quinientas veces al día. El hombre se quedó en silencio mientras el pro regresaba a su práctica. Después de unos minutos el hombre recobró su compostura e interrumpió al pro para decirle que él no tenía tiempo para golpear la bola tantas veces, y que lo que él quería era un consejo que le ayudara a vencer a sus amigos en el fin de semana. El pro se detuvo, dio un paso hacia el hombre y en palabras que no dejaban ninguna duda le dijo que el golf es algo difícil de dominar, y que él no tenía el tiempo de dar consejos a nadie que no tuviera el tiempo para practicar.
Entendemos la diferencia entre un amateur y un profesional, sin embargo, nuestra tendencia es excusar la falta de compromiso del amateur, y por implicación, su deseo de éxito no merecido. Está bien si alguien golpea la bola mil veces al día si su deseo es ser profesional, o hacer mil cortes con el bokken al día si quiere convertirse en un sensei, pero el resto de nosotros debería estar satisfecho con nuestra oportunidad de ganar la lotería. La “lotería mental” que practiquemos en una parte de nuestra vida pronto se expandirá a todos los aspectos de nuestra vida como un cáncer. Sin el reconocimiento de este desorden, pronto estaremos gastando nuestras energías persiguiendo “boletos de lotería” en lugar de comprometernos con nuestra práctica diaria.

Traducción Salvador Lopez Ollinkikai Aikido

Share