Para muchas personas Aikido es un sistema de defensa personal japonés. Para otros, lo que usa Steven Seagal en sus películas para matar a los malos. Pero si nos adentramos en las raíces de este arte marcial podemos encontrar su verdadera cara,basada en el código del Budo japonés, donde el honor y el protocolo son más importantes que los golpes. Aikido es pura energía. Y no se puede parar.
Iñaki Sánchez, 6º DAN.Aikido Tanabe Bilbao.
El deporte era parte de su vida. Había practicado Karate,Taekwondo y Full-Contact.Le gustaba correr y hacer pesas. Pero un desafortunado accidente le costó una mano. Entonces, se volcó en las artes marciales para demostrar que él era capaz de hacerlo igual o mejor que los demás sin el miembro que el infortunio le había robado. Con el tiempo vio que esa era la intención equivocada ylo importante es superarse a sí mismo. Empezó alternando Judo con Aikido, pero finalmente se decantó por este último y por el manejo del sable, Iaido. Recorrió millas para poder evolucionar en su aprendizaje y aún hoy día intenta aprender de multitud de maestros. “Aikido no tiene competición ni límite de edad. Eso hace que sea para siempre”.Sensei Sánchez apunta que personalmente le aporta más sutileza,habilidad y reflejos “sin los límites que presentan otro tipo de actividades de competición”.Pero el dedicarse desde hace 40 años a esta modalidad le ha reportado algo más importante, como la familia y los amigos.Indica desde su experiencia que sus alumnos lo han practicado por diversasrazones como por la amistad,la seguridad que aporta arroparse en alguien,problemas emocionales,físicos, etc. “Estas personas con el tiempo han aprendido a valorarse más y muchos que empezaron con prepotencia hoy agradecen la evolución que Aikido les proporciona
”
.Sánchez precisa que las artes marciales en sí no persiguen la técnica, ya que “ésta sólo es el camino”.Lo que de verdad “atrapa” es el transfondo,“que te hace progresar como persona”.Considera por tanto a Aikido como una vía de evolución personal con una parte interna muy arraigada al estar lejos de la competición.Señala desde el respeto que, ésta ha desvirtuado los valores y la actitud noble de respeto.“Hace que el trofeo o el número 1 estén por encima de esos principios”. “El Maestro apunta que una persona es número 1 toda la vida en Aikido.Esto viene dado por su intención de unir a las personas mediante la armonía.“La energía no se puede envasar, sino que hay que evolucionarla. Y Aikido es pura energía”. En el tatami hay personas de diferentes estatus laborales pero una vez allí son todos iguales, como una familia. Están enlazados por lo mismo y por el maestro. La intención de Iñaki es difundir estas enseñanzas,que tan beneficiosas son para él en su opinión, a través de su escuela. “Si me ha favorecido a mí,¿por qué no a los demás?”. “Toda persona necesita comprensión, ternura, y Aikido se fundamenta en estas claves que tanto escasean en la sociedad actual. Les da esa oportunidad de encontrar el equilibrio físico, mental y emocional.Es una alternativa a las opciones que el Estado promueve. Para mí, en concreto, una forma de vida. Si he podido ayudar aunque sea a una o a dos personas ya me daría por satisfecho”.
Julián Ramos, 2º DAN.Aikido Shodokan España.
Una docena de años le saben a poco en la práctica.Apunta que el extenso repertorio de beneficios que concede Aikido puede contentar a una gran variedad de practicantes «independientemente de sus gustos».Lo entiende como una manera de mantenerse en forma y poder desconectar de la rutina laboral.Destaca la tranquilidad que te facilita para salvar una situación comprometida sin daño. Pero lo que más aprecia es el círculo de amigos que tiene gracias a Aikido, que traspasa las fronteras del tatami,y el aprecio por la cultura nipona.
Texto :Mikel Rodríguez, Revista EKI
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