«Quien practica Kenjutsu también practica Kendo, pero quien practica Kendo no conoce Kenjutsu».
Japón. Era Feudal. Los samurai dominaban la nación. En la lucha por tierras y poder, dentro de los límites de sus castillos, los guerreros entrenaban las artes de la guerra, buscando así, además de la conquista, honrar su nombre y el de su clan. Cada feudo tenía su propio estilo de manejar armas, como la lanza, la alabarda, el bastón, pero principalmente la espada, considerada el alma del samurai. Datos históricos llegan a mencionar 200 estilos distintos de manejar la espada. A ese arte se daba el nombre de Kenjutsu, el Arte de la Espada.
El término «Kenjutsu» aparece por la primera vez en 1281 d.C., después de las tentativas de los mongoles de invadir Japón. En aquella época los samurai empezaron a perfeccionar las técnicas de la espada.
El Kenjutsu vivió su apogeo en el período Edo. Irónicamente, en ese período de 200 años de paz, las artes de la guerra florecieron. Más que simple técnica de combate, el Kenjutsu se ha vuelto un camino de elevación espiritual. Ese objetivo permanece hasta nuestros días, fruto de las influencias Zen y confucionistas.
En el final del siglo XIX el Imperador Meiji restablece el poder imperial. Los samurai son abolidos como clase. Sin embargo, para preservar las tradiciones, el Kenjutsu es simplificado. Nace el Kendo.
El llamado «Kendo Moderno» surgió después de la 2ª Guerra Mundial. Con la derrota de Japón, una de las imposiciones de los EEUU fue la prohibición de la práctica de los estilos tradicionales de Kobudo. Esa medida visaba debilitar el espíritu nacionalista japonés.
Después de 7 años de prohibición, fue formado un comité para la reelaboración del Kendo, que debería seguir los moldes de los deportes modernos, como el básquet, el béisbol o el fútbol. La elaboración del Kendo moderno llevó 3 años y fue presentado al gobierno de la ocupación como una forma de esgrima en que se usaban las dos manos.
Aún con esas prohibiciones, los más importantes estilos tradicionales de Kenjutsu sobrevivieron, gracias a los esfuerzos de los Maestros que hicieron de su vida una lucha para preservar el verdadero espíritu del Budo japonés.
La espada usada en el combate es la misma espada de bambú usada en Kendo (shinai).
«Quien practica Kenjutsu también practica Kendo, pero quien practica Kendo no conoce Kenjutsu». Eso ocurre porque el Kendo es una versión del Kenjutsu simplificada y adecuada para la práctica deportiva. Practicando Kenjutsu, se aprende todas las técnicas de Kendo, además de posturas y golpes desconocidos por los luchadores de Kendo.
En el Kenjutsu, el practicante tiene acceso al conocimiento de centenas de golpes y a casi 60 posturas de lucha posibles de ser ejecutadas durante las sesiones de entrenamiento. El combate no visa cumplir reglamentos y exigencias técnicas, pero sí vivenciar, de manera real y abarcante, el duelo entre los samurai.
El Sensei Jorge Kishikawa, (fundador del Instituto Niten en Brasil) después de décadas de pesquisa y entrenamiento, es autorizado a enseñar, directamente por los Maestros de los más importantes estilos de esgrima japonesa (ryuha), entre otros el Niten Ichi Ryu, de Miyamoto Musashi, Suio Ryu, inmortalizado por el manga Lobo Solitario y el Shinto Ryu. El conocimiento del Sensei está compilado en un Sen Ki Sho (Sen = guerra, Ki = energía, Sho = escrito). Son los conocimientos adquiridos en más de 3 décadas de entrenamiento, que resultaron en una brillante carrera deportiva, conquistando el récord de más de 80 victorias consecutivas en torneos brasileños de Kendo.
Gentileza: Instituto Niten
Editado por Red Marcial
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