Jaime Benitez promueve un arte marcial lleno de enseñanzas

Jaime Benítez tiene 13 años impartiendo clases de Kung Fu y actualmente lo hace de manera gratuita en el parque Andrés Eloy Blanco de Puerto La Cruz, donde no solo comparte sus técnicas de defensa personal, sino que también busca rescatar en los alumnos valores morales que, a su juicio, ha perdido la sociedad moderna
Puerto La Cruz / Anzoátegui.- Natural de Puerto La Cruz y amante de las artes marciales, como él mismo se define, Jaime Benítez es el entrenador de 20 jóvenes y adultos que asisten todos los fines de semana a sus clases en el parque Andrés Eloy Blanco.

Con 40 años de edad y contextura atlética, este deportista tiene varios años dedicado a la noble tarea de enseñar un arte marcial milenario como lo es el kung fu.
“Mis clases son gratuitas. Quiero ayudar a construir un país, por lo que no creo que deba lucrarme de algo que de verdad me apasiona”, aseveró Benítez.

Además de adiestrar a decenas de personas en el parque porteño, Benítez está a cargo de otros clubes en los estados Monagas y Nueva Esparta. Dice con orgullo que vive de su trabajo como docente de Educación Física, por lo que no le importa dar gratis sus clases de kung fu. “Esto lo hago por vocación”.

Considera también que con su labor deportiva en el parque Andrés Eloy cumple la labor social, que todo ser humano debe realizar en el transcurso de su vida.

“Ayudar a jóvenes a que no caigan en vicios y a ser ciudadanos ejemplares es una de las metas que me tracé cuando empecé a impartir lecciones de este arte marcial”, confesó satisfecho.

Historias para contar

Desde niño tuvo el deseo de practicar algún deporte. A los 11 años escogió el kung fu. En 1993, ingresó en una academia y conoció a su profesor, Rafael Ramírez, quien venía de Caracas. Cinco años más tarde, cuando ya había tenido experiencia con otros maestros y había participado en torneos internos, empezó a ser entrenador. En ese período adiestró a 80 personas. Desde entonces, se dedica a mostrarle a sus alumnos la disciplina de la cual se siente profundamente enamorado.

No olvida el primer examen de kung fu que presentó. “No sabía que era tan estricto practicar un arte marcial”.
Estuvo tres días y tres noches en un retiro en el templo San Sebastián de los Reyes en el estado Aragua, alimentándose de frutas y ejercitándose. “No pensé que estas artes fueran así. Hasta ahora es una de las experiencias más especiales que he tenido en mi vida”.
Actualmente, ve algunas de sus metas cumplidas, ya que tiene alumnos que son su orgullo, pues se salvaron de haber caído en las drogas y hoy son cinturones negros, tienen familias formadas y son profesionales.

Reconocimientos

Todas las escuelas que ha dirigido han obtenido premios por sus desempeños en torneos nacionales e internacionales, los cuales conserva en un rincón muy apreciado de su hogar. “Naturalmente, yo también he ganado medallas y trofeos, pero es algo de lo que no me jacto, también he tenido derrotas y no me avergüenzan”.
Por ello rememora una frase que una vez le dijo un profesor: “Nunca se pierde, siempre se gana experiencia así no hayas obtenido la victoria en el combate”.
Jaime define al kung fu como un estilo de vida, porque asegura que quien lo practica debe tener siempre presente todas sus aristas.

“Abarca lo espiritual, lo físico y lo mental. Porque cuando percibes lo que realmente este arte marcial, se adentra en tu alma, lo físico y lo mental fluyen solos después. Es una herramienta útil para la humanidad.

Sueños de expansión

Entre sus sueños más cercanos está la expansión de todas las artes marciales, especialmente en la zona norte de Anzoátegui.

“Me encantaría que el sistema de enseñanza del kung fu abarcara más espacio, porque aunque suene repetitivo, las personas que ignoran de este arte no conocen sus beneficios”.

A pesar de que los muchachos son su principal objetivo, en sus clubes acepta a personas de todas las edades, desde niños hasta adultos mayores.

Asegura poseer la instrucción y la capacidad para disciplinar al público más difícil, porque además de tener vocación de educador, trabajó incansablemente para obtener el título universitario de Licenciado en Educación, mención Desarrollo Cultural. Profesión que desempeñó inicialmente en un colegio de la zona, impartiendo Educación Física.

Otra de las aspiraciones de Jaime Benítez es que el kung fu pueda entrar en el pénsum académico de los colegios, para enfocar a los estudiantes en cosas positivas que los ayuden a trazar su futuro.

“Como experiencia personal puedo afirmar que practicar las artes marciales ayuda a transformar la vida de muchas personas, incluso a los más duros de carácter o a quienes tienen una conducta rebelde”.

Dónde inscribirse

Para recibir clases de kung fu las personas que estén interesadas en aprender esta disciplina deportiva pueden acercarse los domingos al parque Andrés Eloy Blanco, ubicado en la avenida Paseo Colón de Puerto La Cruz, de 3:00 a 5:00 de la tarde, cuando Jaime Benítez está con sus alumnos, o también pueden comunicarse con él al número telefónico 0416-3160508.
Fuente:ElTiempo.com.ve

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