Entrevista a Chiba Sensei

Foto: Chiba Sensei con Gordon Brown,quien introdujo el Aikido en Canarias

K Periodista: Arthur Lockyear
[ Entrevistado: Kazuo Chiba Senesi
Quería un arte marcial que pudiera ser efectivo en cualquier situación, tuviere o no el oponente un arma. Eventualmente decidí convertirme en estudiante del Maestro Ueshiba (fundador del
Aikido). Fui directo a la Sede del Hombu Dojo (principal lugar de entrenamiento del Aikido) pero no tenía carta de presentación, lo cual era un requisito necesario en ese entonces. Arribe al Hombu y solicité una audiencia con el Gran Maestro (Ueshiba). Me dijeron que no se encontraba allí y que debía marcharme. Estaba tan convencido de querer ser un estudiante de O’Sensei (gran maestro) que decidí esperar a su regreso. Me senté en el jardín del Dojo y esperé. Al final del 3er día O’Sensei regresó y le avisaron que afuera había un muchacho loco esperándolo. O’Sensei les dijo que me hicieran pasar. Fui conducido hasta su habitación e invitado a esperar. Cuando la mampara se abrió estaba el Maestro Ueshiba. Nuestros ojos se encontraron por primera vez: fue un momento que nunca olvidaré. No supe que hacer, por lo que me incliné para reverenciarlo muy lentamente.
O’Sensei dijo: «¿Las artes marciales son muy duras, podrás lograrlo?» Solo atiné a decir: «Sí Sensei».
Bueno esa fue la forma en que fui aceptado como Uchideshi (estudiante interno o aprendiz especial) del Maestro Ueshiba.
K ¿Comenzó de inmediato el entrenamiento en Aikido?
[ No, no me estaba permitido practicar directamente. Tenía que limpiar el Dojo (lugar de práctica) y todos los otros quehaceres del Hombu, lavar, limpiar, hacer las compras, administrar y cuidar a toda la familia Ueshiba. También tenía que trabajar en el campo. Eventualmente me estaba permitido presenciar las clases y luego, después de un tiempo entrenar. Nadie me enseñaba al principio. Tenía que aprender por mí mismo. Afortunadamente podía hacer caídas (ukemis) por lo que anduve bien. Decidí poner lo mejor de mí para convertirme en un buen Uchideshi de Ueshiba y aprender todo lo que podía de él. Fue la mejor época de mi vida. Recuerdo que O’Sensei siempre mantenía una fuerte presencia….., había una atmósfera especial cuando andaba por allí. Esto provenía de su postura física, el modo en que se sentaba, la forma que caminaba, la forma en que se movía por los alrededores era admirable. Nunca pude observar alguna debilidad en la postura de O’Sensei…. nunca. Sus ojos eran dorados, no negros como es usual en los japoneses.
K ¿El tiempo como Uchideshi debe haber sido riguroso?
[ En cierta forma era como un campo de batalla. Nos levantábamos muy temprano para trabajar y entrenar y muchas noches tenía que esperar despierto hasta tarde a que Wakka Sensei (el hijo de O’Sensei, Kisshomaru – el presente Doshu, o líder del Aikido) regresará de su oficina. Era tan duro e intensivo, que muchas veces estuve cerca de un colapso nervioso. Acostumbraba a ver cosas extrañas: Todas las noches un fantasma solía venir por mí. No se si supuestamente era hombre o mujer. En ese momento no me daba cuenta de lo cerca que estuve de enfermarme de los nervios, ahora sí por su puesto. Justo después de dormirme cada noche se me aparecía, era realmente para temer. Podía sentir su presencia. Sentía como si tuviera una tonelada de peso encima de mí y no podía moverme. Llevaba a la cama el bokken y tan pronto como sentía su presencia lo alzaba fuertemente y de esa forma todo estaba OK. Eso era una consecuencia de estar exhausto, eso creo.
K Unos cuantos años atrás me contó acerca de su primer encuentro con Tamura Sensei, podría repetirlo para los lectores de » Artes de Combate»?
[ Bien, fue un día después de clase cuando algunos de los alumnos estaban practicando judo específicamente randori (práctica de lucha). Estaba parado en el corredor mirándolos y uno de ellos me invitó a que me uniera, cosa que hice. Estaba sorprendido por lo flojos que eran y repetidamente arroje a un hombre que era Sandan (3er. (Grado de cinturón negro) tanto en judo como Aikido. El maestro Tamura me llamó aparte e invitó a practicar con él. Luego «bang», el Sensei Tamura me golpeó fuertemente la barriga. Aprendí mucho de ello, fue una gran lección sobre conocimiento, distancia y postura. Creo que tamura Sensei es uno de los grandes estudiantes de O´Sensei. Aprendí mucho de él en el pasado.
Leer artículo completo aqui

Share