El krav maga sirve para poder defenderte ante posibles agresiones

Oskar Iruretagoiena Martínez es un joven zarauztarra de 40 años que imparte clases de krav maga o combate cuerpo a cuerpo en Zarauz desde octubre del 2008 en el tatami del polideportivo Antoniano. Hoy en día es instructor de segundo grado, al que ha llegado tras un proceso evolutivo en el que ha ido estudiando y subiendo niveles durante seis años. Se llega al último nivel tras realizar cinco grados de principiante, cinco de graduado, cinco de experto y dos de máster. En Gipuzkoa únicamente hay dos instructores de krav maga, y otro en Bizkaia. Solamente los tres están federados en la Federación Internacional.
-¿Qué es exactamente krav maga?
– Es un sistema de defensa personal ante las agresiones. Siempre evitando confrontaciones. La sencillez es la clave y se basa en los movimientos naturales del cuerpo. Es algo muy novedoso por aquí. Lo puede practicar cualquiera, no hay que estar especialmente atlético ni tener condiciones físicas buenas.
¿De dónde proviene este sistema?
– Proviene de Israel y es un sistema de defensa, pero no es un arte marcial. En principio esta técnica lo usaban los militares de Israel. Imi fue el fundador de este sistema y pasó la mitad de su vida adaptándolo a la vida civil. El sistema krav Maga de Imi está basado en valores morales y humanos.
– ¿Qué diferencia tiene con un arte marcial?
– Las artes marciales son disciplinas más rígidas que ésta. Aquí se actúa con total libertad. Las personas que provienen de las artes marciales, al principio, suelen tener dificultades para coger este sistema ya que esto es muy libre y la sencillez es la clave de estas técnicas.
– ¿Cómo trabajáis los diferentes programas?
– Nos planteamos diferentes situaciones y qué ocurriría si estuviéramos en circunstancias complicadas. Aparte de varias técnicas, trabajamos situaciones alborotadas y de stress y cómo desenvolverte en ellas. Se trabaja mucho desde el punto de vista mental.
– Por ejemplo.
– Si a mi me atacan, debo seguir unas pautas. Primeramente, hay que poner distancia y buscar una salida. Si no logramos distanciarnos seguiremos con otra pauta. Trabajamos con programas que dan diferentes pasos a seguir. Los participantes en los cursos aprenden a utilizar objetos como armas de defensa. Empleamos palos, cuchillos y pistolas para realizar simulacros de amenazas, ataques y agresiones. Eso sí, partimos de la premisa de que estamos en desventaja.
– Parece que hablamos de peleas.
– Algunos dicen que esto es pelea callejera y yo diría que no les falta un poco de razón. Pero conseguimos que el pegar no sea instintivo. Que tengamos controladas las situaciones complicadas que puedan surgir con varios recursos, tanto físicos como mentales.
– ¿Cómo conociste esta técnica?
– Yo provengo del mundo de las artes marciales y de los deportes de contacto, pero son distintos a esto. Yo he hecho taekwondo y un poco de quick boxing, entre otras cosas, pero no acabaron de convencerme. Esto, en cambio, me ha enganchado totalmente y es por la sencillez. Las técnicas son fáciles de aprender y el alumno, en poco tiempo, puede tener recursos para salir bien parado de un mal asunto.
– Supongo que irá todo tipo de gente a tus clases.
-De momento doy clases los martes y los jueves por la tarde-noche y vienen desde niños a adultos. A mis clases viene gente normal, no hacemos luchadores ni entrenamos ‘macarras’. Es para defensa personal, únicamente, y siempre evitando confrontaciones.
– ¿Van chicos y chicas?
– De momento sólo viene una chica. Sería importante motivar a las mujeres para tener mayor seguridad ante posibles peligros. Las chicas prefieren entrenar entre ellas, pero es más conveniente hacerlo entre mixtos. Hoy, con la peligrosidad que hay, está muy bien tener recursos para defendernos y salir bien parados de los conflictos.
– ¿Cómo se puede contactar contigo?
– Acudiendo al Antoniano o llamando al teléfono 627 397143.
Fuente:diariovasco.com

Share