El concepto de uno mismo

En el hombre existen varias facetas que se intercalan unas con otras lo que puede crear confusión; la primera de todas es la relación con el entorno, se suele denominar vivir en

sociedad, de este tema trataré en otra ocasión, pero ahora si escribiré sobre la relación personal, solo uno mismo. En un cumpleaños conocí a una amiga de la persona que lo celebraba y después de darme su opinión sobre la filosofía occidental, me dejó entrever un concepto de inseguridad que me dejó perplejo. Resulta que «a las sensaciones que una persona tiene no se las puede poner el verbo saber ya que implica certeza y las sensaciones no son certeras», me explicó que tú no puedes saber que estás triste ya que nadie te puede explicar como se está triste y como es algo que no se puede constatar no es certero. Yo escuché su punto de vista, no es algo del todo incierto, teniendo en cuenta nuestra cultura y tradición occidental, estamos en una época de ciencia, números, ordenadores, pruebas, materialismo extremo, si a alguien que estudia filosofía se la expone un suceso sin una prueba palpable, ya no es seguro, que decepción, los científicos aceptan la probabilidad como una constante en su materia y la relatividad en el cambio de sus teorías, lo que hoy es mañana puede no serlo, el cambio de las fórmulas a alto nivel no tiene fin, sin embargo, la filosofía, que acapara el sentir de la persona, lo sutil, todo aquello que no se puede ver o tocar, ya no existe para el filósofo, espero que esta postura sea de una inmensa minoría, o mejor solo de la persona con quién hablé. Con su comentario, encontré una ayuda inestimable para aclarar mis propias sensaciones, uno nace, sin saber nada, tiene necesidades y las lleva a cabo, sin mas, tiene hambre come, no tiene comida, llora, es su manera de pedir comida o cualquier otra cosa, quiere defecar, lo hace, en los pañales, en el pantalón o en el sofá, lo hace sin ningún tipo de pudor, vergüenza o recelo social, eso vendrá luego, el maestro Noguchi decía que en los primeros meses de gestación se formaba la conciencia del niño, una etapa muy importante. A lo que me refiero es que a un nivel muy primario no se entiende una guerra, el asesinato político, intereses nacionales o la sociedad, ni nada probado con fórmulas científicas, lo único totalmente certero son las propias sensaciones, el niño vive sin fórmulas o conceptos, es simplemente una pura manifestación de la vida, la perfecta concepción de la única fuente, el principio de todo, el vacío, cito una máxima del maestro Ueshiba: La única cura para el materialismo es la limpieza de los seis sentidos (ojos, oídos, nariz, lengua, cuerpo y mente).Si los sentidos están obstruidos, la percepción se enturbia. Cuanto más se enturbia la percepción, más se contaminan los sentidos. Esto crea desorden en el mundo y ese es el mal más grande. Refina tu corazón, libera los seis sentidos y déjalos funcionar sin obstrucciones, y tu cuerpo y alma enteros brillarán. Aquí se muestra como tenemos enturbiados los sentidos con manchas muy difíciles de quitar, el apego al dinero, el coche, el piso, no podemos vivir sin ellos; reconozco que en la sociedad que creamos entre todos se necesita en mayor o menor medida, pero son sólo herramientas para la satisfacción íntima, la satisfacción personal que las sensaciones nos dan, quiero ahora distinguir dos puntos: Lo primero sé que cuando me refiero a la satisfacción entiendo una satisfacción en un espíritu normalizado, uno que no tenga los sentidos obstruidos sino limpios, a la pureza del alma algunos maestros lo denominan vacío, a que me refiero a vacío, vuelvo a lo anterior, quitar todo lo que sobra, la codicia, envidia, miedos, odios, complejos de inferioridad, deseo de poder, competitividad, todo lo que enturbia los sentidos o sensaciones, entonces las cosas pequeñas se volverán grandes, un paseo, una comida, un té incluso una inspiración sincera, con el alma vacía y en calma lo engrandece, lo trasciende a otra cosa que se siente pero no se puede explicar, el cuerpo, espíritu y mente están satisfechos, se siente que se es feliz sólo por vivir, el sentido de la vida de estas personas está muy claro, pero nosotros no somos así, estamos atrapados en un juego, vemos algo, lo queremos, es necesario, queremos vivir grandes empresas, y aventuras, tener amigos con presencia y dinero, ser importantes, aparentar, tener títulos, muchos títulos, en realidad somos esclavos. El segundo punto al que me refiero es que hay una línea muy fina entre la utilización de estas herramientas del entorno y el ser utilizado o mejor dicho, transformado por ellas, hoy día nadie tira todo por la ventana para quedarse con lo que de verdad le importa, el amor, la familia, los amigos sinceros, esto no es mas que lo que cada uno en verdad siente, ya que no sabe ni lo que siente, pero lo olvidaba. Ya no lo puede probar, le falta la fórmula, la fórmula es la vida y no hay nada más, espero que quién lea esto me entienda aunque no siga mi postura. Eso sería un comienzo al menos. Fuente: Aikizasshi Nº 10, Anónimo
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