Comunicación familiar

Cuanto más miedo tenga un adolescente a las reacciones airadas de sus padres menos les contará de sus andanzas, problemas, miserias y ansiedades. ¿Por qué? Porque el miedo a la bronca y al posible castigo se lo impedirá y optará por el silencio o la mentira aunque habrá momentos en que quisiera desahogar y solicitar ayuda. Por eso muchos prefieren contarlo a los amigos. De haber más confianza les contarían quizás lo que les pasa fuera, algo más de sus relaciones amistosas, algo más, pero poco, de sus relaciones sexuales así como de sus travesuras y trastadas. Les contarían también lo que consumen y si están marginados, amenazados o excluídos. Hay que reconocer que esto de la comunicación de hijos a padres ha mejorado mucho respecto a épocas pasadas. Ya hay adolescentes sobre todo de quince y por debajo que cuentan más des sus asuntos personales porque la relación que tienen con sus padres ha sido más fluída. Las madres, sobre todo y algunos padres les han infundido confianza y animado a comunicarles sus problemas. Por tanto estamos mejor que estuvimos. Sin embargo hay que entender que su perfil de adolescentes les dificulta abrir de par en par las puertas de su intimidad y porque expresar los sentimientos es lo que más nos cuesta. Bastaría con desear que se abrieran en temas en que su vida estuviese en cierto riesgo. En todo caso lo mejor que los padres pueden hacer es transmitirles el mensaje de que si les cuentan algo que a estos no les parece bien no perderán el control ni les castigarán porque entonces optarían por la ocultación y la mentira como medio de librarse de la ira familiar. Y los padres ¿qué cuentan? Hay de todo, aunque la mayoria opta por no hacerles partícipes de sus adversidades, contratiempos y apuros ya sea en el terreno laboral, económico o en el emocional con la sana intención de no angustiarlos, pero se quedan cortos. Los padres no deben tener en los hijos de esa edad unos confidentes porque no es su papel. Pero hacerles algo más partícipes de algunas dificultades familiares entendiendo por tal las apuntadas si que conviene hacerlo, sin profundizar en excesivos detalles, para que se acostumbren a afrontar algunos sufrimientos, a sentirse unidos a la familia en el dolor y no crecer completamente al margen de las penas. ¿Por qué es esto conveniente? Porque su desarrollo personal lo exige para que vayan madurando, para no vivir como en el limbo y no darse de bruces más tarde con la vida de repente sin estar un poquito entrenados. Una comunicación familiar adecuada, en ambas direcciones, es una garantía contra muchos desastres personales de los hijos y con el paso de los años…también de los padres. Fuente:El comercio digital

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