Competencia y el Aikido

Tal vez no sea de conocimiento común, pero no es ningún secreto que el Fundador, y la Fundación Aikikai, la organización desarrollada por el difunto Doshu Kisshomaru Ueshiba, mantiene su compromiso de continuar con las relaciones adecuadas y duraderas con la mayoría de los estudiantes pasados y actuales del Fundador. Organizaciones tales como la Yoshinkan (Gozo Shioda), Yoseikan (Minoru Mochizuki), Takemusu Aikido (Morihiro Saito), Nishio Aikido (Shoji Nishio), entre otros, mantenían relaciones positivas y respetuosas con la Fundación Aikikai, y parece que todavía lo hacen. En cuanto a la legitimidad y autenticidad de propósito, nunca hubo, ni debe haber nunca, la necesidad de «rango», o de lo contrario categorizar a cualquier individuo u organización por cualquier otra norma que la lealtad incondicional a los principios de Aikido del Fundador.

«La Competencia», que siempre será un objetivo clave del entrenamiento, no es, ni nunca debería ser parte de cualquier conversación acerca de cualquier evaluación o comparación del sistema de la Fundación Aikikai de Aikido, con los de cualquier otro sistema de Aikido desarrollado de forma coherente con el Fundador del Aikido. Para todos estos sistemas, el hecho de la competencia en sus respectivas aplicaciones propias, es un hecho, y no una base de comparación o contraste. Todos ellos tienen sus raíces, y legitimidad, derivada directamente de su relación con el fundador, su visión, misión y los principios que él defendió y vivió.


Haciendo Aikido «de forma correcta», entonces, cuando es «suficientemente bueno»? ¿ Necesita aspirar cada estudiante de Aikido a «la excelencia marcial», en contraposición al estudio y la búsqueda de otros valores inherentes a la investigación y el entrenamiento de Aikido? ¿Fue la intención del fundador de entrenar «super guerreros «, o de alentar y ayudar en el crecimiento de seres humanos extraordinarios y responsables?

Cuando uno aprende un nuevo idioma, o incluso el suyo propio, debe ser con el fin de ser capaz de escribir artículos en última instancia, científicos o literarios, novelas de éxito de taquilla o tratados ampliamente aclamados para un grado o doctorado? Cualquier menor grado de cumplimiento se consideraría un «fracaso», o sería ignominiosamente etiquetado como ordinario o incluso mediocre?

Cuando uno aprende matemáticas, cuando se considera el estudio como » suficiente», con el fin de aplicar con éxito estos conocimientos para ganarse la vida dignamente y gozar de los beneficios de la sociedad? Debería un estudiante obviamente con talento, estar dispuesto a «pedir disculpas» o «justificarse» por no haber continuado sus estudios a grados avanzados, y no ser aceptado por sus compañeros, amigos y familiares?

El Aikido, al igual que cualquier estudio vale la pena el tiempo y esfuerzo, es muy generoso y perdona a aquellos que comienzan el camino del entrenamiento, y que encuentran diferentes puntos de caída, que les permiten cambiar a otros intereses y prioridades, mientras tanto estando agradecido al tiempo dedicado al entrenamiento, crecimiento y disfrutando de su tiempo limitado en el dojo con nuevos amigos, algunos de por vida. No debemos envidiar a aquellos que parecen «salir demasiado pronto». Por el contrario, alegrémonos de haber tenido el tiempo que pasamos juntos, y estar agradecidos por el regalo del Aikido con alegría compartida con los demás. Este tipo de «competencia» es uno que incondicionalmente abrazo, y acepto de todo corazón como plenamente suficiente y adecuado.

El Fundador se dió cuenta de que su viaje fue único, incluso entre el selecto complemento de excepcional «shugyosha» de su tiempo. Él estaba dispuesto a pagar cualquier precio que ese compromiso exige, y, efectivamente, pagó un alto precio. Al hacerlo, también aceptó tanto los resultados positivos y logros, y las consecuencias muchas veces graves, con el mismo espíritu de ecuanimidad. Nunca fue su intención declarada de que los más talentosos y expertos de sus estudiantes, fueran requeridos o de otra forma coaccionados a seguir su camino personal, en su totalidad y ni siquiera en parte. Siempre mantuvo claro que el Aikido que llama suyo, era sólo suyo. Cualquier otro tenía que investigar de forma independiente la Biblioteca de los Principios Aiki por su cuenta, cuidadosamente seleccionando aquellos elementos que estaban dispuestos a incorporar en su estudio, y así crear sus propias fórmulas únicas, y su propio Aikido.

A pesar de que el Aikido ha disfrutado de una enorme proliferación de popularidad, aceptación, y bien ganado reconocimiento en las décadas, sigue siendo mi creencia de que todos los estudiantes comprometidos con el Aikido del Fundador, de todas las tendencias y afiliaciones, deben permanecer conectados, en algún nivel, el uno al otro en la historia de Aiki y la tradición, manteniendo el respeto uno al derecho del otro a elegir un «estilo» de práctica, y manteniendo el compromiso de una fraternidad permanente, confirmado por nuestra persona, y la aplicación muy singular de los principios Aiki a nuestras respectivas vidas.

Tal vez es hora de el «alumnado» actual del Aiki de Ueshiba, de «ser realistas», y reconocer que nuestras diferencias aparentes de entendimiento, los métodos de entrenamiento y aplicación de nuestras fuerzas, y las creencias en los profesores, en la filosofía y en nosotros mismos , realmente no nos dividen. Por el contrario, ahora podemos apreciar que tenemos un mucho mayor «campo de juego» en el que todos podemos seguir desarrollando de forma individual, y de reunirnos en ocasiones, para desarrollar y expandir nuestro amor y aprecio de la visión, misión y los sueños del fundador juntos.

Francis Y Takahashi
Traducción Carina

Fuente Aikido Academy USA

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