Es mi humilde opinión, que «Aikido» es esencialmente un concepto, hecho real, tangible y accesible gracias a los esfuerzos del fundador, Morihei Ueshiba. Por lo tanto, puedo ver al «producto» Aikido esencialmente como una herramienta con la que una persona comprometida y perseverante puede encontrar las verdades específicas que podrían muy bien resultar en epifanías, o incluso en la «iluminación». No veo necesariamente que el estudio de Aikido debe o va a llevar a algún tipo de iluminación. La iluminación puede ocurrir, pero no hay garantías.
Encontrar la iluminación es una historia de éxito personal, y no necesariamente conectado a ningún sistema establecido de pensamiento o acción. A mi modo de pensar, es la aceptación del yo, que un reto personal se ha cumplido. Este tipo especial de agradecimiento y alegría profunda, probablemente no se pueden compartir.
Aikido, como un sistema de arte marcial, está diseñado para personas que están dispuestos a comprometerse sin condiciones, durante el período que sea necesario, para literalmente «moler» cada día enfocado a la concentración del entrenamiento, la introspección y con el objetivo principal de la comprensión cada vez mayor, desarrollo de habilidades y la aplicación transparente de los acontecimientos y situaciones en su vida diaria.
Un beneficio clave de la progresión en el establecimiento de una propia versión de Aikido del fundador, es que los descubrimientos, conocimientos y teorías probadas pueden y deben ser compartidos, aunque el proceso de crecimiento de la persona continúe. Se convierte en un testimonio vivo de los principios Aiki siendo válido y disponible para cualquiera que esté dispuesto a pagar el precio de un esfuerzo constante y la perseverancia incondicional.
Esta dosis diaria de alegría y de compartir es la base de mi amor por el entrenamiento con personas sinceras en Aiki, tanto dentro como fuera del tatami.
En la Unidad,
Francis Y Takahashi
Traducción Carina
Fuente: Aikido Academy USA
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