Aikido, diversión y risas

El viernes pasado nos reunimos once amigos en tres coches en Agaete para salir con el Fred Olsen hacía Santa Cruz de Tenerife. El mar estaba muy revuelto con grandes olas, había alerta amarilla. Para evitar el mareo algunos se tomaron su biodramina(viagra como la llamamos) entre ellos nuestro jefe de expedición y maestro.

Se supone que estas pequeñas pastillas te dan somnolencia, pero a nuestro maestro que se tomó tres lo animaron, entreteniéndonos durante todo el viaje, tocando el tambor en una lata vacia de papas para practicar capoeira, evitándo asi que nadie se maree.

Después de algo más de una hora llegamos a Santa Cruz y decidimos cenar en el Restaurante Dafne de nuestro compañero Tassos, especializado en comida griega, la cual está exquisita y la atención que siempre recibimos es especial. Se acordó que mi cumpleaños habia sido en esa semana y me dió la sorpresa con el postre y una velita mientras todos me cantaban el cumple feliz.

Pasamos por el Cesaru a recoger las llaves del hotel y subimos a la Esperanza, donde hacia un fresquito muy agradable, esto y el cansancio del viaje, hicieron que nos quedaramos dormidos apenas caimos en la cama.

El sábado me despertó el canto de un gallo, después del desayuno estábamos listos para entrenar, pero primero había que conectar el «GPR»(GPS de Ramón) para buscar el Polideportivo en La Laguna donde Frank Noel Sensei daría el seminario. Cuando finalmente dimos con el sitio habia que buscar aparcamiento para nuestros tres coches, algo dificil.

El curso durante las dos horas fue tan intenso como instructivo, como siempre Frank Noel nos tenía preparados detalles muy estudiados en las técnicas, como siempre mucho kokyunage.

Para recuperar fuerzas fuimos al chino, donde ya habiamos estado otras veces y siempre nos atiende rápido y bien.

A las 16 seguimos con la misma intensidad, caer, levantarnos y otra vez caer y así infinidad de veces. Se hicieron las 18 horas y a la ducha, porque todavia nos quedaba ir al centro comercial para comprar algún detalle para nuestras familias, asique a conectar el GPR para buscar el C.C. Meridiano en Santa Cruz.

Tanto entrenamiento y la busqueda de lugares, parkings, regalos nos abrió el apetito, dimos con un Restaurante conocido por ofrecer salchichas de un metro. El camarero nos aconsejó la jirafa, una cerveza de 3,5 litros, la cual terminamos sin problemas.

Cuando salimos, ya todas la tiendas habían cerrado asique le preguntamos a un segurita por el ascensor para llegar al parking, subimos al primero que encontramos, un ascensor panorámico, nos sorprendimos al subir, pensando que alguien había tocado antes nos quedamos dentro al llegar a la primera planta, la gente que esperaba fuera se asombró de que no bajaramos, luego al buscar el botón para bajar, nos dimos cuenta que sólo había el 0 y el 1, volviendo a la misma planta en la que habiamos subido, Carmen Delia y Ana, que no habían cabido, estaban muertas de risa. Volvimos a preguntar al segurita, nos explicó entre risas que debiamos cruzar todo el centro para llegar al ascensor que nos llevaría al parking. Un grupo se fue primero y nos quedamos luego Mati, Ana, Carmen Delia y yo para bajar, antes de que se cierre la puerta subieron cuatro chicos más, que se alegraron mucho de que fueramos al -3 igual que ellos sin quitarle ojo a Mati, por suerte nos tenía de guardaespaldas, sino quien sabe.

El domingo preparamos los bolsos, tomamos el rico desayuno y preguntamos donde comprar vino de la zona, casualmente había un mercadillo agricola a pocos metros del hotel, acabamos con las existencias de vino y yo me llevé un bote grande de miel de la zona.

El curso igual de interesante fue mucho más suave y se nos pasó volando. Llevamos los coches al embarque y fuimos caminando a buscar un sitio donde comer, encontramos un estupendo restaurante italiano con ensaladas, pizzas y pasta y que nos atendió de prisa, ya que a las 15 había que subir los coches al ferry. El viaje de vuelta fue muy tranquilo y la mitad de los aikidokas se quedaron dormidos.

Fue un fin de semana en familia, nuestra Aikifamilia que recordaremos por mucho tiempo.

Carina

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