Bach decía: …”Buscamos confiadamente en la naturaleza todo lo necesario para mantenernos vivos: aire, luz, comida, bebida, etc ¿Debe ser olvidado para la curación de nuestros males y enfermedades?”…
Quizá, alguna vez, nos hemos preguntado porqué nos enfermamos. Si perder la salud es solo responsabilidad del virus o la bacteria que nos pasó por al lado. ¿Porqué hay personas que aún estando juntas en el mismo recinto, teniendo la misma alimentación, el mismo período de descanso, no se enferman de lo mismo, ni al mismo tiempo? ¿Cuántos de nosotros hemos estado en contacto con alguien que cursaba una gripe y no nos hemos contagiado? Seguramente, mas allá de una “predisposición genética”, hay factores que desencadenan el “perder la condición de sano”. Si hiciéramos un balance de las condiciones mentales y emocionales que teníamos momentos antes de una determinada afección física, encontraríamos la respuesta.
Nuestra vulnerabilidad emocional, cronificada con el tiempo se materializa en nuestro cuerpo.
De hecho, Bach comentaba, que el mismo tratamiento no siempre curaba la misma enfermedad y pudo dividir en grupos de personalidad aquellos que reaccionaban de forma diferente ante esa misma enfermedad. Por ejemplo: si Ana se enferma de anginas puede estar impaciente, otra persona estará con ganas de irse a dormir y no querer levantarse por nada en el mundo, otra persona quizá lo acompañe la sensación de temor creyendo que tal vez pueda agravarse el cuadro, y otro tendrá la necesidad de estar solo y tranquilo.
Para Bach era de mayor importancia ver las necesidades, lo que realmente le pasa al paciente, cómo le afecta la enfermedad, que la enfermedad misma.
Contamos con una vasta cantidad de esencias que nos ayudan a recuperar la valentía, la fuerza, la convicción de lucha. Estar enteros y no bajar los brazos es la mejor arma para derribar cualquier sensación de miedo, desasosiego, incertidumbre o irritabilidad, entre otras.
Al no tener contraindicaciones, no producir acostumbramiento, no ser tóxicas pueden ser tomadas a cualquier edad y es ideal para acompañar interdisciplinariamente con profesionales de salud.
Las esencias florales tienen el poder de devolvernos el deseo de vivir y de conectarnos con nosotros mismos, con nuestra tarea…, entonces todo indicio de enfermedad desaparecerá.
“Encontremos en las esencias florales la luz que nos orienta a tierra firme del bienestar”
“Hacia una vida más feliz”
Mirtha Maza
Terapeuta Floral
www.floresyesencias.com.ar
Editado por Red Marcial
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