Quiero dominar a mi hijo e imponer una rutina

Hay padres que siguen teorías de crianza basadas en la rutina y la imposición estricta de normas. El niño es visto como un ser que debe ser dominado ya que no es capaz de tomar sus propias decisiones, es un ser que no sabe cuándo tiene hambre ni cuándo tiene sueño. Hay que decirle también cómo jugar, cómo relacionarse con otros.

Estas teorías machacan la individualidad, la autoestima y la creatividad del niño. De raíz. Lo convierten en un ser sumiso que no expresa lo que siente, que lo reprime.Cada cultura, cada civilización, desarrolla su propio patrón para criar a los hijos y esta forma de criarlos es transmitida de padres a hijos a través de la tradición. La sociedad occidental no es una excepción y tiene también su tradición en esto de los patrones para la crianza. Casi todos los países occidentales en algún momento de su historia reciente (últimos 100-200 años) han sido autocráticos, esto es, estaban gobernados por dictadores o invasores. En las sociedades dictatoriales había un jefe o cabeza de estado que gobernaba al resto, en los trabajos todo estaba jerarquizado, en la familia el padre solía ser el jefe y los demás, incluida la mujer, los dominados.

Sin embargo este modelo está cambiando progresivamente. Aunque aún quedan muchos resquicios de desigualdad, la sociedad occidental ha evolucionado hacia gobiernos democráticos, hacia la igualdad de sexos, religiones, y razas. Pero el patrón de crianza se ha quedado estancado. Sólo algunas parejas deciden criar a sus hijos como seres humanos iguales a ellos. Estas parejas suelen ser consideradas las “raritas” de la sociedad. Lo general es dominar al hijo, decirle lo que tiene que hacer y cómo.

La familia se convierte en una dictadura dentro de una sociedad democrática. Es por eso que los efectos se van de las manos y cada vez hay más casos de niños “rebeldes” y de problemas de conducta en los pequeños. Porque los estamos criando para un modelo de sociedad que ya no existe.

Los autores que proclamaban modelos de crianza basados en la rutina y en el dominio del pequeño deberían ser retirados de las librerías. La rutina sólo sirve para favorecer a los padres y continuar el modelo de “haz lo que digo”. Cuántos adultos arrastran traumas, miedos, inseguridades e infelicidad por haber sido criados de esta manera. Muchos adultos no saben quiénes son. Hacen lo que se espera de ellos no lo que ellos voluntariamente eligen. Muchos siguen permitiendo el abuso de formas distintas (en el trabajo, la familia, la pareja… “porque es lo que hay”).

No somos superiores a nuestros hijos. Somos iguales que ellos. Tenemos a nuestro favor la experiencia para facilitarles el aprendizaje, pero debemos respetar sus tiempos y fomentar su independencia. Decirle además a un niño cuándo debe comer o dormir es bastante frustrante para todos los implicados. El niño aprenderá por imitación, no te preocupes, sé paciente. Lo hará. Para ello debes ser objeto de imitación, claro, no vale el “haz lo que digo pero no lo que hago”, ni el aparecer por la vida de tu hijo sólo 2 horas al día.

Nadie puede obligarte a aprender a montar una bicicleta con palabras. Tú tienes que aprender a mantener el equilibrio en ella. Primero tienes que tener la curiosidad de hacerlo y luego tienes que probar, y probar, y probar, hasta que te sale. Tus padres pueden hacer el entorno seguro, ponerte casco, enseñarte cómo lo hacen ellos, pero eres tú en última instancia quien lo aprende. Por mucho que te castiguen, por mucho que te obliguen, por mucho que te digan no aprenderás hasta que te caigas mil veces.

Con paciencia y amor los resultados en tu hijo serán más duraderos y mucho más fructuosos que con rutina y mano dura. Tu hijo aprenderá a ser respetado y respetará a los demás. Lo que recibe es lo que ofrece. No falla. Hazle una persona íntegra y feliz.

Fuente:babog.org

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