Guardaespaldas de la riqueza privada

Quizás la muestra más visible del espectacular incremento de la riqueza privada en China pase inadvertida a los ojos comunes: los guardaespaldas particulares.

Trabajan como conductores o ayas, o se mezclan en el cortejo de algún hombre de negocios como secretario, portador de cartera o un simple adulador. A diferencia de los guardaespaldas de EEUU, no suelen ser altos e imponentes. De hecho, muchas son mujeres, porque en teoría las mujeres llaman menos la atención. Y también a diferencia de lo que ocurre en EEUU, nunca andan con armas de fuego, pues en China está prohibido que el ciudadano común las porte. Sin embargo, los guardaespaldas chinos son expertos en artes marciales, entrenados para desarmar o someter un atacante con algunos empujones y rápidos movimientos de mano.

“En China, no necesitamos expertos en pistolas,” dice Michael Zhai, presidente de la firma asesora de seguridad de Beijing VSS. “Los custodios pueden neutralizar a un atacante con uno o dos golpes.”

Cuando Zhai abrió su compañía hace ocho años, con el objetivo de servir a una clientela de potentados, había muy poca competencia en el sector. Pero para fines del año pasado, los negocios de seguridad privados se habían convertido en una industria $1.200 millones, con cerca de 2.767 compañías que empleaban a más de dos millones de custodios.

La creciente industria de protección personal refleja el dramático aumento de la riqueza en manos privadas, dando lugar asimismo a una mayor brecha entre los poderosos y los que nada tienen. Algunos expertos dicen que el alza de la industria de seguridad refleja la preocupación de los ricos por la seguridad de su familia y propia.

Los guardaespaldas hacen todo, desde proteger a las celebridades ricas y a los hombres de negocios hasta colaborar con la seguridad de acontecimientos importantes, como la Expo Universal de Shanghai. Ese crecimiento rápido ha llevado al Gobierno chino a tratar de controlar la industria. Hasta ahora, las firmas de seguridad privadas han funcionado en una “área de legalidad gris,” sin pautas, regulaciones o estándares. Por consiguiente, asesores establecidos desde hace mucho tiempo, como Zhai, afirman que hay mucho advenedizo en el sector, lo que a la lagra perjudicará el prestigio de estas firmas. (Pueblo en línea)

Fuente:spanish.peopledaily

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