Pertenece a la familia de las Phyllanthaceae, Euphorbiaceae.
Esta planta es originaria de las Islas del Pacífico.
Planta de hoja perenne, forma arbustos de casi 1,5 metros de altura, hojas pequeñas, ovaladas, dispuestas en espiral, de colores variados que van del verde al blanco pasando por tonos rosas y rojos, cuando predomina el verde y el blanco, sus hojas recuerdan al marmol; tallos largos y finos, el crecimiento es erguido. Tras la floración produce unas pequeñas cápsulas de color rojizo muy decorativas.
Se pueden cultivar en macetas y también en el suelo siempre que el clima no sea excesivamente frío en invierno pues no resisten las heladas; en sitios con temperaturas bajas es mejor tenerlas en el interior pese a los riesgos de que pierda todas las hojas por los ambientes secos. Se puede cultivar a media sombra pero el color se potencia cuando se cultiva a pleno sol siempre que este no sea
excesivo; el sustrato ha de ser fértil, suelto y estar bien drenado aunque es una planta que vegeta bien en casi todo tipo de suelos siempre que sean un poco húmedos ya que es una planta que le gusta un poco de humedad en la tierra sobre todo si se cultiva en contenedores. Al llegar el invierno se le puede dar una pequeña poda que estimulará el crecimiento de nuevas cañas en la primavera.
Se reproduce por esquejes y por división de mata.
No suele tener plagas importantes aunque hay que estar atento a las orugas y arañas.
Hay variedades muy interesantes por ser enanas y muy compactas. Su nombre se le adjudicó en honor de John Breyne, botánico alemán del siglo XIX
Fuente Plantasvillor
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