Una vez que empieces a moverte, todo el cuerpo debe ser ligero y flexible. Todas las partes del cuerpo deben estar conectadas entre sí.
La energía interna debe extenderse, vibrar como un tambor. El espíritu debe condensarse hacia el centro del cuerpo.
Al practicar tai chi, éste debe ser perfecto; no hay que permitir defecto alguno. La forma debe ser suave, sin altibajos, y continua, sin interrupciones.
La energía interna, el chi, se enraiza en los pies, luego se transfiere a través de las piernas y es controlada desde la cintura, trasladándose finalmente por la espalda hasta los brazos y las yemas de los dedos.
Al transferir el chi de los pies a la cintura, el cuerpo debe funcionar como si todas las partes fuesen una unidad; eso permite moverse libremente hacia delante y hacia atrás, controlando el equilibrio y la posición. Fracasar en ello provoca la pérdida de control de todo el cuerpo. La única solución para ese problema es examinar la postura.
La aplicación de estos principios fomenta el movimiento fluido del tai chi en cualquier dirección: adelante, atrás, a la derecha, y a la izquierda.
Por ello es necesario enfatizar el uso de la mente al controlar los movimientos, más que el mero uso de los músculos externos. Hay que seguir el principio del tai chi acerca de los opuestos: cuando nos movemos hacia arriba, la mente debe ser consciente del abajo; cuando avanzamos hacia delante, la mente también piensa en ir hacia atrás; al desplazarnos a la izquierda, la mente debe simultáneamente tener en cuenta el lado derecho, por lo que si la mente sube, también está bajando.
Dichos principios están relacionados con el movimiento del tai chi de la misma manera que desenraizar un objeto, y por tanto destruir sus cimientos, hará que dicho objeto caiga al suelo rápidamente.
Además de separar claramente lo positivo y lo negativo, también hay que situar con la misma claridad lo sustancial y lo insustancial. Cuando todo el cuerpo está integrado y con todas sus partes conectadas entre sí, se convierte en una vasta conexión de unidades de energía positiva y negativa. Cada unidad de energía positiva y negativa debe estar conectada a todo el resto de unidades y no permitir ninguna interrupción entre ellas.
En las formas largas el cuerpo debe moverse igual que el rítmico fluir del agua en un río o como las olas rizadas del océano.
En la forma larga, rechazar, girar, empujar, tirar hacia abajo, partir, golpe con el codo y apoyo al frente se denominana las formas de las “ocho mutaciones” (pakua), el movimiento que incluye las ocho direcciones. Avanzar, retroceder, desplazamiento a la derecha, desplazamiento a la izquierda y permanencia en el centro se denominan “pasos en cinco estilos”. Rechazar, girar, presionar y empujar son llamados los cuatro punto cardinales. Las formas de tirar hacia abajo, partir, golpe con el codo y apoyo al frente son denominadas las cuatro diagonales. Avanzar, retroceder, desplazamiento a la derecha, desplazamiento a la izquierda y permanencia en el centro se denominan metal, madera, agua, fuego y tierra, respectivamente. Cuando se combinan, esas formas se llaman los trece estilos originales del tai chi.
Autor: Chang San Feng (hacia el 1200)
Fuente: Elriotaichi
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