Shugyo, en japonés, básicamente, se refiere al concepto de entrenamiento en una disciplina de tu elección. También puede connotar entrenamiento»ascético»,lo que significa «Llevar una vida de disciplina y auto-negación, sobre todo con fines de carácter espiritual».
Esta segunda descripción parece tomada más comúnmente como perteneciente al centro del entrenamiento de artes marciales y el desarrollo personal. Sin embargo, la gran mayoría de los que participan en el entrenamiento de artes marciales a casi todos los niveles no presentan este nivel de intensidad de propósito, o la dedicación al dominio real de su forma de arte elegido. Parece suficiente ser simplemente una parte del proceso de práctica de los principios y técnicas, sin ningún sentido de urgencia o resultados especiales o metas en mente. Esto no pretende impugnar sus caracteres o denigrar sus decisiones. Simplemente es lo que se encuentra normalmente en el mundo de la práctica de artes marciales y es aceptado como tal.
Si uno quiere llevarlo seriamente a un nivel cada vez mayor y más severo, no hay escasez de oportunidades o salidas para seguir estos impulsos. Uno debe tener cuidado, sin embargo, de las muchas aparentemente legítimas y «probadas» escuelas e instructores que prometen entregar este tipo de entorno y enseñanzas. La «garantía» ciertamente se aplica, a donde el «comprador» siempre debe «prestar atención». La triste realidad es que, con bastante frecuencia, las decisiones resultantes de la aplicación de la sabiduría, y la sabiduría en sí misma es el resultado de malas decisiones. Comprométete a explorar a fondo cada posibilidad, y confiar en tu ser interior para tomar la mejor decisión. Si te equivocas, no dudes en aprender de tus errores, y hacer cambios inmediatos en consecuencia.
Es realmente necesario seguir a un gurú, un maestro especial o un sistema probado con el fin de lograr resultados significativos para perseguir los propios sueños? No necesariamente. Después de todo, el maestro más importante que se puede encontrar en la vida es el que te mira en el espejo. Abraza y apoya a este maestro esencial con todos los mejores asistentes que puedas encontrar, pero no te desesperes si esto no siempre es posible. Mira en lo profundo de ti mismo y seguramente descubrirás que todos los elementos para tomar buenas decisiones, y la capacidad de actuar en consecuencia, están ahí, y siempre han estado ahí. Este el secreto de los grandes maestros, que no es ningún secreto, porque siempre nos han estado engatusando para que hagamos eso mismo. El Fundador del Aikido, siempre y constantemente nos ha recordado de tener fe en nosotros mismos, y de crear nuestra propia forma de aikido. Nos corresponde a nosotros decidir de comenzar y continuar.
En resumen, entonces «shugyo» es lo que queremos que llegue a significar para nosotros mismos. Puede ser tan duro y tan excesivo como elijamos, o podemos tomarlo día a día, permitiendo que el tejido de nuestra vida cotidiana nos guíe en nuestras decisiones. No hay ni una respuesta correcta o incorrecta a la pregunta de que es lo mejor. Sólo importa que encuentres y mantengas lo que sea mejor para ti y tus bien pensados objetivos de entrenamiento y de vida. El rasgo que cualquier elección tiene en común con las demás, es que debe ser una disciplina diaria, alimentada por el deseo de lograr, y dirigida por la voluntad intransigente de no conformarse con nada menos.
Francis Y Takahashi
Traducción Carina
Fuente Aikido Academy USA
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