Los garbanzos

Había una vez un granjero que cada mañana metía un puñado de garbanzos en el bolsillo izquierdo del pantalón. Cada vez que experimentaba algo hermoso durante el día, cuando cuando se alegraba por algo o había sentido un pequeño momento de felicidad, tomaba un garbanzo del bolsillo izquierdo del pantalón y lo pasaba al bolsillo derecho.

legumbres

Al principio esto no pasaba muy a menudo. Pero cada día que pasaba eran más garbanzos los que migraban del bolsillo izquierdo al derecho. El olor del aire fresco de la mañana, el canto del mirlo en el tejado, las risas de sus hijos, la agradable conversación con un vecino – siempre migraba un garbanzo del bolsillo izquierdo al derecho.

Antes acostarse por la noche,  contaba los garbanzos del bolsillo derecho del pantalón. Y con cada garbanzo recordaba la experiencia positiva vivida. Satisfecho y feliz  se quedaba dormido – a pesar de sólo tener un garbanzo en el bolsillo derecho del pantalón.

Me gusta mucho esta idea de los garbanzos. No hace falta que sean garbanzos, pequeñas perlas, granos de arroz o piedrecitas también valdrían para esto. Se trata simplemente de que, de este modo nos centraremos más en lo bello y positivo. En los pequeños momentos de felicidad, que de otra manera tal vez no percibiríamos.

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