El Aikido os hará bien

El Aikido es un arte marcial.
No violento y ambicioso, preconiza la persuasión y la «educación» del agresor y no su destrucción.

Pero sobre todo, más que ninguna otra cosa, sabe que no hay que equivocarse de enemigo y que las agresiones virtuales que tememos no deben en ningún caso hacer olvidar las agresiones reales que sufrimos.

Porque pensandolo bien, si el «macarra» de la esquina nos amenaza, es mucho más como espectro, imagen del miedo a los otros, que como ser de carne y hueso sobre el cual, en cuanto rascamos un poco el barniz, que está pidiendo caerse, reconoceríamos enseguida a un semejante.

Pero aún si la amenaza es un espectro, el miedo es bien real, y con él, el stress cotidiano, la angustia banal, el acartonamiento y el encierro en si mismo físico y moral de la persona. Nuestros verdaderos enemigos están ahí, y, como tales, avanzan enmascarados, incitándonos a lanzar nuestras acusaciones a las sombras.

Así pues, el Aikido, en su práctica lucida y vigilante, sin perder de vista sus objetivos, se esmerará en hacer saltar todos y cada uno de los cerrojos de la coraza al interior de la cual, todos tenemos tendencia a encerrarnos bajo el pretexto de protegernos, para hacer de nosotros hombres y mujeres de apertura, de comunicación, dignos y responsables y no unos adeptos de la «total seguridad», atrincherados en lo más profundo de su fortaleza.

En el seno del dojo, en efecto, todo está hecho para favorecer la escucha, el darse, el compartir. El trabajo sobre sí en una perspectiva de reconciliación, de descubrimiento y de sosiego, se hace en el intercambio con el compañero, a la vez pretexto, cómplice y motivador.

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La práctica marcial, porque ella desarrolla al individuo en su globalidad, desde los puntos de vista, físico, moral y relacional, exorciza el miedo del otro y abre la vía al mayor bienestar.

La ruta es larga, pero el atractivo del paisaje y el encuentro con los compañeros de viaje, nos justifican a cada instante en nuestro compromiso.

Franck Noël.
Traducción Oscar San Cristóbal

Fuente Facebook

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