Un Mensaje Peligroso

Un artículo escrito por Gaku Homma después de acompañar a Ali Uludag Sensei,presidente de la “International Uludag Aikikai Federation” de Estambul, en Turquía, que fue invitado al Festival Anual del Aiki Jinja (Aiki Shrine)para que tuviera la oportunidad de conocer a diferentes instructores y diferentes dojos en Japón. Es un articulo importante sobre la politica del Aikikai , creo que se debería evitar y dejar fuera de lo que es meramente el arte marcial todo ánimo de lucro, luchas de poderes y politiqueo que envílecen e influyen de una forma negativa en el arte marcial que nos transmitió el fundador Morihei Ueshiba.

Aqui un párrafo del articulo:»Ali Sensei y yo llamamos jovialmente a los uchideshi del Aikikai Ibaraki dojo, diciéndoles “¡Buenos días!”, mientras ellos hacían sus tareas. Ellos no nos retribuyeron el saludo. Ni siquiera desviaron la mirada de lo que estaban haciendo, como si todos ellos quisieran evitar nuestra presencia a aquella hora tan temprana de la mañana. Llevo viviendo en los Estados Unidos desde hace más de treinta años. Ser extranjero y vivir solo en un país que no es el de uno, hace con que se aprenda a interpretar rápidamente a las personas y situaciones sin la necesidad de conocer el idioma local. En japonés utilizamos la expresión “Entender en un chispazo”. En inglés la misma expresión es “entender como un relámpago”. A veces, viviendo en los Estados Unidos, me he sentido como la mascota de la familia; sin poder contar con el lenguaje o el conocimiento de las costumbres para entender lo que ocurre en determinadas ocasiones. Como un perro he ido aprendiendo a confiar en mis otros sentidos para entender las situaciones a medida que vayan surgiendo. He aprendido a estar muy atento a la mirada, al tono de voz, al lenguaje corporal y a los modales de las otras personas. También he aprendido a actuar rápidamente respondiendo a mis instintos. Es una técnica de supervivencia que desarrolla todo aquél que haya vivido durante mucho tiempo en un país extranjero, principalmente cuando todavía no domina el idioma. En esta situación, mi instinto me decía que estos jóvenes actuaban bajo órdenes estrictas de con quien podían interactuar y con quien no. Parecía como si una gran nube negra cerniese sobre ellos. Me pareció claro que les era permitido relacionarse con quien estuviera relacionado con el Aikikai, pero no con aquellos que guardaran alguna relación con el Iwama Shin Shin Kai ni con Hitohiro Saito Sensei. Para precaverse, estos uchideshi, que se arriesgaban a cometer ningún error, ignoraban la presencia de todos, icluída la mía, la de Ali Sensei y la de los simpáticos uchideshi de Hitohiro Saito Sensei.»

Qué podemos esperar del aikido a nuestro nivel, si en la Central se actúa de esta forma?
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