Reflexiones sobre enseñar

Por Chuck Clark

Muchos de nosotros hemos oído o tomado parte en discusiones acerca de si es bueno hablar sobre Budo cuando se enseña o aprende un arte marcial. Algunos “expertos” dicen que no es bueno describir la técnica y llenar la cabeza de los estudiantes con “conocimientos conceptuales” en lugar de “aprender por experiencia”. Hay otros “expertos” que dicen lo contrario. ¿Quién tiene la razón?¿Quién está en lo correcto?
Existen tradicionalistas que no quieren hacer nada diferente de lo que O’Sensei, o quien sea que esté en le pedestal de su Aikido, hacía o hace. Y existen aquellos que hacen su mayor esfuerzo pero en sentido contrario tan solo porque son rebeldes y quieren ser “originales”. Este tipo de pensamiento polarizado será siempre limitante. Como en la mayoría en las cosas, creo que la respuesta está en un poco de esto y otro poco de aquello… así que una eventual mezcla será apropiada para producir el resultado deseado.
Lo siguiente es mi pensar sobre este tema. Agradeceré cualquier retroalimentación sobre este punto ya que todos buscamos la manera eficiente de educarnos a nosotros mismos y a los demás.
El objetivo es ayudar a los estudiantes a adquirir una idea básica de cómo trabaja el Aikido y darles bases educativas las cuales contengan las herramientas fundamentales necesarias para aprender y practicar Budo. Si su imagen interna del Aikido es la de un “poderoso experto” (no importando de donde venga su poder o como sea descrito) quien puede lanzar gente por los aires y causarles dolores insoportables a deseo, entonces ellos trataran de practicar de esa forma. Si a los estudiantes se les muestra posturas correctas, movimientos y tiempos, y entienden el principio de guiar con gentileza, pero a su vez con una técnica poderosa, entonces ellos tratarán de practicar de esa forma. Muchos maestros solo enseñan variaciones de sus técnicas favoritas las cuales les funcionan bien. Esto no producirá estudiantes completos quienes eventualmente desarrollarán su propio Aikido. El método de enseñanza también debe tener niveles continuos de “experiencias” las cuales nos deberán llevar a puntos que todos podemos ver en las técnicas de los grandes maestros.
El método que yo trato de usar para enseñar las herramientas básicas del Aikido se basa en una teoría educacional que dice que aprendemos mejor cuando usamos una combinación de nuestros sentidos sensoriales: 1. Visual, 2. Auditivo, y 3. Cinético.
Algunos de nosotros somos dominantes en un área y aprendemos mejor cuando ésta es favorecida. Un buen maestro puede “sentir” como aprende cada estudiante individual y se asegurará que suceda el aprendizaje. Esencialmente, en este método debemos demostrar el todo, después romper este todo en partes y entonces practicar cada una de las partes. A continuación juntar el todo de nuevo y volver a practicar (el método Todo – Parte – Todo.) Este proceso de enseñanza/aprendizaje es un proceso continuo. Debemos desarrollar las herramientas básicas que nos permitirán experimentar y profundizar en nuestra práctica utilizando todos nuestros sentidos.
Instructores y maestros deben también entender que un estudiante que, por ejemplo, aprende mejor al “sentir la técnica”, puede ser educado y desarrollado utilizando los métodos que lo motiven a trabajar duro, a soportar presiones y pasar a través frustraciones, veremos que esto lo forjará mucho más de lo creamos posible. Tener estudiantes que “ejecuten” lo que parece ser buenas técnicas físicas (en cualquier Budo) no debe ser la meta final, hay mucho más que eso por lo que practicamos un arte marcial. En cada entrenamiento debemos dejar en cada uno de nosotros el deseo de saber como eventualmente podremos llegar a donde queremos ir. Debemos seguir a nuestros maestros y guardar la memoria viva de sus propios maestros durante nuestra práctica. No solo podemos ser tan buenos como nuestros maestros; debemos ser mejores que ellos.
Traducción Salvador Lopez Ollinkikai Aikido

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