Escarabajo del reloj de la muerte

Escarabajo del reloj de la muerte(Xestobium rufovillosum). Es un coleóptero anóbido perforador de la madera, se trata de uno de los escarabajos xilófagos más grandes y dañinos para las construcciones y obras de madera. Su nombre común, se deriva del sonido de tic tac que hace el adulto dentro de la madera.

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Los imagos (adultos) aparecen en primavera y producen un ruido característico al golpear con la cabeza las paredes de las galerías para atraer a las hembras, ese tic-tac es lo que le ha valido el sobrenombre de reloj de la muerte ya que se escuchaba durante las tranquilas noches de verano en los antiguos edificios con vigas de madera.
Este sonido, similar al de un reloj, se asoció con las noches sin dormir y de vigilia de los que se mantenían despiertos al lado de los moribundos y fallecidos, los supersticiosos han visto en este escarabajo un presagio de muerte inminente. Pero en realidad es una llamada de apareamiento.

Pueden medir hasta 9 milímetros y son de un color pardo con pequeños puntos amarillentos. El adulto mide de 5 a 8 mm de largo, presenta una capucha amarilla rojo grisácea sobre la cabeza y los élitros.

Pertenece al orden de los coleópteros (escarabajos), y dentro de este a la familia de los Anóbidos. Los insectos pertenecientes a este grupo sufren una metamorfosis completa, lo que quiere decir que su ciclo biológico pasa por cuatro estados: huevo, larva, pupa y adulto. La hembra pone en la madera entre 40 y 60 huevos en grupos de tres o cuatro y las larvas, una vez salen de ellos, emergen a la superficie de la madera hasta que encuentran un buen lugar para perforarla, generalmente en las zonas más húmedas y atacadas por hongos.

La fase larvaria (durante la que el insecto se alimenta de la madera) del escarabajo del reloj de la muerte dura unos tres años, aunque esta fase puede acortarse si la madera de la que se alimenta es atacada por hongos, algo que suele ser frecuente.

Las galerías que produce este insecto en el interior de la madera son tortuosas, lisas, de sección circular y con una moderada cantidad de heces globosas, los orificios por los que emergen de la madera suelen tener unos 2,5 mm.

Suele ser un huésped habitual en viejos troncos de haya, roble y otras maderas no resinosas. Es muy común y destructivo en este tipo de maderas una vez que han sido trabajadas y puestas en servicio. También puede atacar la madera de las coníferas cuando esta, con el tiempo, ha perdido toda su resina.

Fuente y más información Ecured

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