Entrevista con Shoji Nishio (1984), Parte 1

Entendemos que usted practicó primero Judo y Karate. ¿Qué lo hizo empezar a entrenar Aikido?Cuándo vine por primera vez a Tokio, yo era mas bien enclenque. No hacía nada. En 1942, después de que la guerra estallara, solía ir a dojo de judo de la ciudad. Yo trabajaba para una oficina pública entonces. En 1944, después de que el aire invadiera, empecé a trabajar el turno nocturno así que era incapaz de continuar mi entrenamiento. La guerra terminó el 15 de Agosto de 1945, y fui al Kodokan el 1° de septiembre del mismo año. No había nadie. No había siquiera vidrios en las ventanas. Había solamente la mitad del número de tatamis. La única persona que había ahí era el viejo cuidador. No había formatos de aplicación. Solo use un papel en blanco y lo deje ahí. Después, fui contactado por el Kodokan y recibí un certificado de aprobación para empezar el entrenamiento.

¿Cuántos años tenía entonces?
Tenía dieciocho. Fui la primera persona en entrar al Kodokan después de la guerra (Risas). Como sea, no había nadie. No había luces así que era imposible entrenar en la tarde cuando se oscurecía. Una vez que fui ahí y practiqué ukemi solo y después me fui a casa. Así es como era. Por ese entonces, la desmovilización empezó. Mucha gente apareció en el Kodokan. El siguiente año se volvió muy activo. Fui promovido de 3er dan a 4° dan. Empecé a notar que ahí había restricciones en las técnicas por la competencia. Por causa de ese problema, sentí las limitaciones del Judo y empecé el Karate. Mi maestro fue Konishi Sensei del Jinen-ryu quién había practicado Karate mas que cualquier otro en aquel tiempo. Yo practiqué Karate con Konishi Sensei pero también sentí la limitación del Karate. Pensaba que debía haber algo más. En ese tiempo, un experimentado Sensei de Karate del Butokukai llamado [Toyosaku] Sodeyama quien llevaba el dojo de Konishi Sensei, y que también enseñaba ahí, vino conmigo y me dijo: “Conocí a alguien quién se mueve como un “fantasma”. No pude golpearlo ni una vez.“Estaba impresionado que hubiera alguien que incluso Sodeyama Sensei no pudiera golpear.” Era O Sensei.

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