Buscando el camino de alumno a maestro

Siempre tuve inquietudes por las artes marciales. Aún recuerdo cuando era pequeño y empezaron a llegar los primeros vídeos y con ellos regalaban películas antiguas de Kung Fu, pero debido a mi falta de decisión en mi etapa juvenil mis padres nunca me dieron la oportunidad de empezar en un gimnasio. En 1992 empecé a ver las primeras películas de Steven Seagal y quedé fascinado con su AIKIDO poderoso y elegante y decidí buscar alguna escuela para empezar a entrenar. Mi búsqueda no fue fructífera hasta que un día un amigo que hacía Ninjutsu en el gimnasio Sakura me dijo que Miguel Baena daba allí clases de aikido, pero cuando fui ya él se había ido a San Sebastián, entonces seguí mi búsqueda pero sin resultado,empecé a hacer ninjustu en el Sakura durante ocho meses pero lo dejé pues no era lo que quería. ¡Qué casualidad! Cerca de casa había un gimnasio de Jiu-Jitsu, allí pasé diez años junto al maestro Manuel Rodríguez (Marodo) hoy día es sexto dan; entre mis compañeros cabe destacar a Javier y a Carmen Delia gracias a los cuales con el tiempo conocí a Salvador que daba clases de aikido en el gimnasio Gran Canaria y así empezó mi andadura en dicho arte marcial, hicimos un buen grupo: Toni, Méridam, Tono, etc. El aikido de Salvador, era muy bueno técnicamente, pasé varios años con él hasta que se marchó a Tenerife (su tierra). Su maestro César Febles venía los fines de semana a dar cursos aquí, allí tropecé con mi actual maestro Víctor Pulido. En 1998 en un viaje de regreso de Tenerife con mi familia, coincidí con unos chicos que hablaban de artes marciales y como soy muy curioso les pregunté que arte marcial hacían, y resultó ser mi tan querido Aikido, contacté con uno de ellos: Juan Ramón Viera, y estuve entrenando algún tiempo con él. Su maestro: Juan Febles vino a dar un curso y me lo presentó, a partir de ahí reconduje mi camino hacia el aikido, y allí estaba de nuevo Víctor Pulido, un año después empezaba a dar clases en el Ryu Do, y con él seguí entrenando ya que Juan Ramón no podía por su incompatibilidad horaria de trabajo, (a él le debo mis pequeños “pinitos” en serio con el Aikido). Y qué decir de Víctor: Sólo tengo palabras de agradecimiento, porque me ayudó muchísimo junto con Antonio a lograr mi primer Dan de Jiu-Jitsu en 1999: < Victor con el tiempo fue capaz de sacar el aikido que llevaba dentro, junto a un grupo excepcional que encontré en el Ryu Do, el Shijan Dojo y el Energym Sur. Con los años de práctica asistiendo a cursos con diversos maestros en el 2006 obtuve el primer Dan de Aikido y también el de Monitor-Instructor. Juan Febles y Víctor me animaron a dar el paso de dar clases, sin darme cuenta, casualmente tropecé en el Centro Comercial de Tafira con el gimnasio Toujitsu donde actualmente doy clases de aikido, sintiendo el apoyo incondicional de todos mis compañeros a los cuales les rindo mi más sincero respeto por haberlos conocido en el transcurso de estos años. A veces pienso: ¿en qué lío me he metido? El paso de alumno a instructor ha sido muy rápido, sin embargo me aplico lo que un buen amigo (Virgilio) un día me dijo: da siempre lo mejor de tu corazón. Cierto es, simplemente quiero transmitir las enseñanzas que tanto he aprendido del aikido. ¿Cómo buscar el camino?: sencillo, simplemente hay que seguir la senda que me han abierto todos los maestros durante estos años y continuar creciendo con mis alumnos y que disfruten de ello. Mis alumnos me contaban que venían buscando la espiritualidad y no el negocio, pues eso fue lo que dejaron atrás en otros gimnasios, les pregunté que sabían del aikido, y la respuesta fue contundente: buscamos combinar la espiritualidad con lo marcial; lo cual me dio mucho que pensar, así que intentaré enseñar el aikido como un día su fundador quiso transmitir: con humildad y respeto No debemos olvidar la esencia de las artes marciales (el espíritu), y hacer de ello simplemente: un Arte. Quisiera agradecer a mi amiga y compañera Carina la oportunidad de escribir esta pequeña historia de alguien que simplemente quiere enseñar a las personas a ser felices con la práctica del aikido. Carmelo Ramírez Santos Monitor-instructor de AIKIDO Carmelo, gracias a ti por compartir con nosotros tus experiencias que estoy segura que ayudarán a más de uno. Encontré un articulo que me gustó del mismo autor Gakku Homma, Uchi deschi del fundador que escribió «un dia en la vida del fundador» si pican aqui podrán leer «Brecha global en el mundo del Aikido», trata sobre aikidokas dispuestos a entrenar en cualquier rincón y con una constancia admirable, pero sin medios para pagarse cualquier examén, por lo tanto por mucho entrenamiento nunca tendrán un cinturón negro. Mi opinión, la estuve comentando con Carmelo, lamentablemente también en Aikido se mueve mucho por dinero, aunque no tanto como en otras artes marciales y muchos menos que en otros deportes.

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