Budo

Por Taisen Deshimaru
El Budo es la vía del guerrero e involucra a todas las artes marciales japonesas. El Budo realiza una exploración a través de la experiencia directa y profunda, de la relación entre la ética, la religión y la filosofía. Su asociación con los deportes es un desarrollo muy reciente; las escrituras antiguas se interesan esencialmente por una forma particular de cultivo de la mente y una reflexión sobre la naturaleza de uno mismo: ¿Quién soy yo? ¿Qué soy yo? En japonés, «do» significa la vía. ¿Cómo se puede seguir esta vía? ¿Cómo encontrarla? No es sólo aprender una técnica, menos aún es una competencia deportiva. El Budo incluye artes tales como kendo, judo, aikido, y kyudo o tiro con arco, aunque el ideograma «bu» signifique parar la confrontación. En Budo la idea no es el competir, sino encontrar paz y maestría de sí mismo. Do, la vía, es el método, la enseñanza que te permite comprender perfectamente la naturaleza de tu propia mente y de ti mismo. Es la vía del Buddha, batsudo, que te lleva a descubrir tu propia naturaleza, el despertar del ego durmiente (el pequeño yo, el «yo» limitado) y de esta manera acceder a una personalidad mayor y más completa. En Asia esta vía se ha transformado en la moralidad suprema y en la esencia de todas las religiones y filosofías. El yin y el yang del I Ching, la «existencia es nada» de Lao Tse, tienen sus raíces en ella. Esto significa armonizar, unir el cielo y la tierra. En este estado la mente interior deja las emociones y los pensamientos pasar; está completamente libre del ambiente, el egoísmo desaparece. Esta es la fuente de las filosofías y las religiones de Asia. Cuerpo y mente, lo interno y lo externo, fenómeno y sustancia: estos pares no son dualistas ni opuestos sino que forman un todo no separado. Un cambio, cualquier cambio, influencia a toda otra acción, a toda la relación entre todas las existencias; la satisfacción o insatisfacción de una persona influye sobre todas las otras personas; nuestros movimientos y los de otros son interdependientes. «Tu felicidad debe ser mi felicidad y si tu lloras yo lloro contigo. Cuando estás triste yo debo entristecerme y cuando tú estás feliz yo debo estarlo también». Todo en el universo está conectado, todo es osmosis. No se puede separar una parte del resto: la interdependencia reina el orden cósmico. A través de cinco mil años de la historia del Oriente, los sabios y filósofos han fijado sus atenciones en este espíritu, esta vía, y la han transmitido. El Shin Jin Mei es un libro muy antiguo, originalmente chino, que en una parte dice shi dobu nan: la vía, la vía más alta, no es difícil, pero no debes tomar decisiones. No debes tener ni afecto ni desagrado. El San Do Kai (o interpretación de la esencia y fenómenos) dice similarmente, «Si valoras una sola ilusión, llega la separación, como entre la montaña y el río.» Una de las cosas que significa Zen es el esfuerzo de practicar meditación Zazen. Es un esfuerzo en alcanzar el plano de pensamiento sin discriminación, de conciencia más allá de toda categoría, abrazando y trascendiendo toda expresión posible del lenguaje. Esta dimensión puede ser lograda a través de la práctica de Zazen y de Bushido. Sosai Masutatsu Oyama resumió toda su filosofía en las Artes Marciales en estos 11 lemas, también conocido como Zayu no Mei Juichi Kajo, los cuales tienen una central importancia en su enseñanza. Muchos de éstos aun tienen hoy una aplicación muy práctica El camino en las Artes Marciales comienza y termina con cortesía. Por lo tanto sea siempre propiamente y genuinamente cortés. Perseguir el camino de las Artes Marciales es como escalar un precipicio – continúe hacia arriba sin descanso. Demanda una absoluta y firme devoción a la tarea emprendida. Esfuércese por llevar la iniciativa en todas las cosas, protegiéndose todo el tiempo de acciones derivadas del egoísmo de la animosidad o descuido. Aún para el practicante de las Artes Marciales, el tema del dinero no se puede ignorar. Mas uno debe tener cuidado de no apegarse demasiado a él. El camino de las Artes marciales se centra en la postura. Esfuércese por mantener siempre la postura correcta. El camino de las Artes Marciales comienza con mil días y es perfeccionado después de diez mil días de instrucción. En las Artes Marciales, introspección engendra la sabiduría. Siempre vea la contemplación en sus acciones como una oportunidad de mejorar. La naturaleza y el propósito de las Artes Marciales es universal. Todos los deseos egoístas se deben asar en el fuego moderado de un entrenamiento duro. Las Artes Marciales comienzan con un punto y terminan en un círculo. Las líneas rectas provienen de a este principio. La esencia verdadera del Camino Marcial sólo puede descubrirse a través de la experiencia. Conociendo esto, aprende a no temer nunca su demanda. Siempre recuerde; En las Artes Marciales, las recompensas para un corazón seguro y agradecido son sinceramente abundantes.
Fuente:Yotzu kaze dojo

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