Dos facetas intrínsecas del Aikido, Kokyu y Koshi. El cielo y la tierra del Aikido.
El kokyu generalmente se conoce como «respiración» y cuando utilizas el kokyu como si tú mismo fueras la respiración es más que alguna forma física de respiración. Otra vez, la realidad es un aspecto espiritual adquirido a través de la disciplina. Técnicamente podrías equipararlo con el espacio infinito.
El kokyu, la unión de las dos verdades universales. La verdad del amor y la verdad de la bondad. Estos son los dos fundamentos del yin y el yang porque no son opuestos en armonía, sino sólo complementos.
El amor lo abarca todo, comparte todo, consuela todo y apoya a todo. La bondad es acoger todo, receptivo a todo, aceptando todo, todo equilibrio. En conjunto esto es Kokyu.
Este es el ventilador del Aikido.
El koshi, la puerta en la base de la columna vertebral, la parte posterior de la caderas, la entrada a la tierra. La entrada al ‘espacio’ infinito abajo.
Al llegar al espacio infinito a través de kokyu es posible encontrar el volumen infinito, pero a medida que llegas al koshi infinito encontrarás la capacidad infinita.
Todo lo negativo y fisico puede entrar en este vacío y disiparse y luego se arreglará. Paz. Este es el tazón del Aikido. Este es el cuenco de la fe, la fuente de la inocencia, la unión con la madre naturaleza.
El koshi se aferra a nada y contiene todo.
Como el kokyu contiene el sol y la luna, el koshi contiene el agua y la melodía.
Feliz Año Nuevo. G.
Graham Christian
Traducción Carina
Fuente Golden Center Aikido
Comentarios recientes