Los invito a reflexionar sobre la clase de medios informativos que tenemos en España, los verdaderos héroes apenas merecen dos letras en un lugar poco visible, sin embargo no nos perdemos ni un detalle de la vida de los » famosos » personas que no trabajan y viven de las exclusivas de sus escándalos..
Gran artículo de Jinbushido de hoy
NO DEBERÍAN QUEDAR EN EL ANONIMATO.
¿Se acuerdan de la mujer que en una patera dio a luz un niño en mitad de la noche y que casi pierden la vida con otros 32? Pues hay más… el trabajo anónimo de aquéllos que hacen que el mundo sea mejor y que le dan sentido… no salsa rosa o amarilla, ni esa basura de programas que nos ponen en la televisión y que ensalzan porque vende a cuatro soplagaitas. Quizás si nos diéramos cuenta de cómo son, todo sería muy distinto…
EN FIN, ESTOS SON LOS VALORES DE VERDAD DE TODA LA VIDA:
El Sargento Primero de la Armada Carlos Javier Trujillo García es un héroe, pero no ha merecido más que unas escasas líneas en edición en papel de ABC y nada, absolutamente nada, en los otros dos grandes periódicos nacionales.
El militar se lanzó en la noche del domingo a las frías aguas del mar de Alborán atado a un cable guía para intentar alcanzar una patera encallada en un rompiente, en la que viajaban 33 inmigrantes, en su mayoría mujeres y niños, y un bebé aún con el cordón umbilical.
Posiblemente, le debe la vida. Pero en España, sólo un cable de Europa Press, cuenta su hazaña.
Sostiene el sargento primero Carlos Trujillo que «todo fue de forma improvisada», que tuvo que permanecer más de dos horas en el agua para rescatar, «uno a uno» a los 33 seres humanos que estaban a punto de naufragar.
Sostiene el sargento Carlos Trujillo que pudo hacerlo gracias a los 11 hombres del destacamento de la isla de Alborán, que la patera encalló «y la embarcación de Salvamento Marítimo no podía acceder».
«Tuvimos que decidir una opción y ante la desesperación de esas personas gritando, no pudimos más que improvisar, con riesgo para mis hombres, que acabaron magullados y con hipotermia».
Sostiene Carlos Trujillo que no disponen de medios para efectuar un rescate como el que él y sus hombres afrontaron esa madrugada, pero que «me até a un cabo, les dije a mis compañeros que tirasen bien fuerte y hasta que dio».
Durante más de dos horas fue sacando de la barcaza a todos sus ocupantes. «Mis compañeros iban tirando de la cuerda y les íbamos sacando uno a uno».
Dieron prioridad a los niños, y el primero en cruzar el mar en brazos del sargento fue el bebé «nacido durante la travesía, con el cordón umbilical aún caliente. La madre no se podía ni mover».
Sostiene Carlos que fue una temeridad, «porque no hay equipo ni hay nada», pero no había más alternativa: «Estaban en plena desesperación, asustados, con hipotermia, y con esa señora que estaba recién parida…». También reconoce que la imagen de aquellas 33 personas varadas en el mar aún tiene «conmocionados» a los once hombres que componen el Destacamento de la Isla de Alborán, entre el oficial, el suboficial, el cabo, los marineros y los infantes, aunque pesa más la «satisfacción plena» que han sentido al conocer que 24 horas después, se encontraban todos en buen estado.
Todo esto sostiene Carlos Trujillo, Sargento Primero de la Armada, otro héroe del Ejército español que apenas ha tenido un hueco en la prensa del día después de su gesta y la de sus compañeros. Ni en el papel ni en Internet.
España puede seguir las evoluciones de Belén Esteban, los perros verdes, los mapaches invasores, las comparecencias de los Ministros en estado de alarma y los Rodríguez Menéndez en la noria.
Los españoles pueden estar atentos a eso porque hay héroes como Carlos cuidando de nosotros en el más absoluto anonimato. Sigue leyendo aqui
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